12.3.08

Instrucciones para la primera cita


Me había hecho el propósito de contestar a uno de tus últimos correos, aquél en que me enviaste fotos de tu familia. Quería hacerlo, pues, de repente, anoche me di cuenta que había sido una descortesía por mi parte no hacer referencia a él en nuestra conversación de la tarde. En mi descargo, he de decir que hablamos tanto y de tantas cosas, que a veces dejo en el tintero muchas de las que desearía compartir contigo.

Y digo que "me había hecho el propósito" porque al releer lo que hay escrito por ti aquí abajo, me he puesto a mil de nuevo... En fin, me voy a "cambiar el chip" para ponerme un poquito serio y, con toda modestia y respeto, decirte lo que me sugieren las fotos.

Tus padres. Parecen actores de cine, sobre todo tu madre. Ambos me recuerdan a actores por mí conocidos, pero no sabría decir ahora mismo quiénes. Transmiten una gran personalidad y veo en tu bello rostro una perfecta combinación de ambos.

Tus niños.
¡Qué guapos! Yo ya tengo mi preferido, lo siento porque seguro que eres la típica mamá orgullosa de todos ellos, pero mi "ahijado" es el que aparece a la derecha de la imagen, el que más se parece a ti, el que más personalidad tiene en el rostro, el de mirada más profunda y soñadora, el que intuyo preferido de mamá, el que más unido estará a ti y más te hará sufrir siempre. Sí, soy un poco peliculero, lo sé, pero qué le voy a hacer

"Él". No entiendo mucho de belleza masculina, pero me parece un tío guapísimo, digno de ti en ese aspecto. A su lado, no sé muy bien qué atractivo puedes encontrarme a mí. Tiene toda la pinta del yupi megapijo, con una indumentaria -reloj en la mano derecha incluido- típica del niño pijo que, por mucho que crezca, nunca dejará de ser ni niño ni pijo.
Me parece el marido ideal para cualquier mujer... menos para "la dama", y mucho menos para lulut.
Juego con ventaja, lo sé, pero aunque no me hubieses contado nada de tu matrimonio, simplemente conociéndote como creo que te conozco, nunca mi marido ideal para ti se parecería a él. No me preguntes por qué, pues necesitaría derramar mucha tinta para explicártelo, pero es así. Sé, por experiencia propia, que es injusto dibujar el perfil exacto de una persona sólo a través de su apariencia física, pero es lo que tengo de él, y no quiero utilizar el resto para, como antes te decía, no ser jugador de ventaja.

Tú, de novia. Guapísima, especial, preciosa, ocultando su mirada triste tras un velo de seda y de resignación. Mad no puede decir más. El libidinoso de Don M.A.D. te contaría las mil barbaridades a las que la hubiese sometido, justo antes y justo después de su paso por el altar, pero dejemos que se concentre para el combate de mañana...

En fin, esas sensaciones me han transmitido tus fotos y tal cual te las cuento. Espero no haber traspasado la línea con mi sinceridad.

Por último y en el orden práctico, prefiero que mañana vayas por tus medios al restaurante, para no retrasar la hora de la comida yendo yo a buscarte, pero si deseas ir en taxi desde tu ofi, luego podemos ir en mi coche a donde nos apetezca, y yo te dejaría, a la hora que tú desees, de vuelta en tu ofi o en casa, o a una manzana de tu ofi o a una manzana de tu casa. En fin, eso valóralo tú.

En cualquier caso, no entraríamos juntos en los apartamentos ni saldríamos juntos de ellos. Haríamos lo siguiente. Primero entraría yo para que me digan el número de apartamento y me den la llave. Cuando ya estuviese en él, te llamaría y te diría piso y número de habitación, y así tú entrarías sola. Has de pensar en una coartada si alguien conocido te ve. Ya sabes, "vengo a ver a una amiga, a un cliente, ...".

Por cierto, dice Don M.A.D. que mañana te quiere putísima y ofrecidísima, sin remilgos ni tonterías: lulut en estado puro, y que de ese posible regalo que mencionaste en un sms, ni para Él mismo ni para Mad te estará permitido hacerlo mañana, bajo ningún concepto. Cuando el momento sea llegado, ya recibirás las explicaciones oportunas de su tajante negativa.

No descuides tu manera de ornamentar ese cuerpo de furcia de club de carretera que posees, no te perfumes en exceso, como sin duda tu tendencia a hacer empalmar a los tíos te aconsejaría y, recuerda, sobre todo, que mañana disfrutarás de un bonito día, whatever happens.

Un beso cariñoso de Mad y un buen par de azotes de Don M.A.D., que tiene verdadero ansia de tu culo de calientapollas vocacional completamente ofrecido.

Don M.A.D. y Mad


PD.- Ya has visto en qué orden firmamos; ambos esperamos que saques las conclusiones oportunas de este hecho, en modo alguno fortuito.

Su esclava


Mi Señor, mi Amo....
me escapo de esa reunión vital (¡Santo Diossssss estoy perdiendo los papeles!) con una excusa infumable, dejando a mis dos socios ante el peligro y mirándome pasmados.... para llegar a mi despacho y escribirle... y me encuentro con su email.
Mi Señor, mi Amo... déjeme decirle antes de contestar a lo que me ha escrito... lo que me arde en el pecho de puta, en el coño de perra, en mi húmeda mente de zorrilla viciosa indigna de su mirada...
Hoy, mi Señor, mi Amo, me siento más puta que nunca. Vivo excitada, mojada, con el deseo en un puño desde que le conocí. Respiro apenas, duermo apenas, no siento hambre, ni frío.... solo anticipación y una explosión de deseos que me laten por todas partes.... ahí tambíen mi Señor y Amo, en ese coñito excitado y mojado, que tengo que autosatisfacer tantas veces, como la insaciable y ávida putilla que soy, sólo con pensar su nombre, con escuchar su voz, con imaginar alguna de las cosas que me dice....
Me siento tan putita, tan perrilla metida en mi severo traje sastre de falda entallada, sobre unos stilettos negros de fino tacón y....sin bragas.... que sé que sólo el tampax me salva de ir marcando los muebles con mis fluidos. En esa mesa donde se está jugando el poker de los negocios.... he recordado el collar y la cadena que me enseñó fugazmente... y he sentido el deseo de poder ponérmelos. La idea de entrar en la sala de reuniones vestida únicamente con ello, la correa colgando entre los pechos, caminando a cuatro patas tras mi Amo... inclinarme sobre la mesa con los brazos en cruz y el culo en pompa, ofrecido...
-Quizá algo haya tenido que ver mi Amo (la culpa será mía, viciosa y puta, como soy), y el haberme paseado de esa forma, con una vela bien dentro del culo, como mi Señor me dijo. Mi Señor, mi Amo.... soy su putilla a envilecer, a emputecer, a follar y a abusar de todas las formas y maneras posibles. A dominar con el látigo y la polla, como la esclava que puedo ser si me enseña. Hoy me siento tan puta, con tanto deseo dentro, que quisiera todo de mi Amo, su orín, su lefa, sus azotes, sus gemidos....
Quería hacérselo saber.
Quería preguntar si no debería yo, que tanto hablo y voceo, callarme un poco y escribir menos, leerle más y escucharle callada..... para así, sumisamente, aprender a saber cuál es mi sitio. Mi Señor, mi Amo.... sueño con Ud., le deseo tanto-tanto.... Que ahora, al entrar aquí, en el sagrado de mi despacho, leo las palabras de Mad y me río de pura diversión. Alegre. Feliz.
Mi Señor, mi Amo...... ¿qué nos está pasando?
Devuélvame el aire que me ahoga sin su presencia.
Su esclava,
lulut

Déjeme sin aliento


Deseada señora:

Como este ser pusilánime, cobardón, reservón, "güebón", ange no sé qué coño, picha floja y, sobre todo, dulzón hasta la "babosidad", no se atreve a transformarse para UD. en un auténtico macho que ocultando su más impúdica desnudez con la única ayuda de una gabardina se presente ahora mismo en ese su despacho que a buen seguro tantos secretos oculta, y abrirse la gabardina y quedarse ante UD. en pelota picada y meneársela con absoluto descaro ante su atónita mirada y salpicar con su abundante y espesa lefa de muchos días de excitación reprimida esos interminables informes que pueblan su mesa de aburrimiento y desesperación, para a continuación tomarla con fuerza entre sus decididos brazos, sentarla sobre el borde de su mesa, despojarla de toda molesta prenda que oculte sus bajos y, arrodillado ante UD, hacerle la mejor comida de coño que le hayan hecho en en su vida, ese ser deleznable que no puede inspirar sino su más absoluto desprecio, le manda otra mucho más modesta sorpresa, en forma de letra de canción, cuyos vastos conocimientos de la lengua de Shakespeare le permitirán, sin duda, traducir "comme si de rien n'était", en la osada, injustificada e injustificable pretensión de que a UD. pudiera o pudiese sugerirle algo...

Por favor, mi señora, déjeme UD sin aliento y, sobre todo, disculpe esta maldita manía que he adquirido desde que me posee babeante a sus pies y que delata mi impericia como escritor, de expresarme a través de frases interminables y, a buen seguro, indigeribles, incluso para una dama de exquisita cultura y capacidad comprehensiva como sin duda lo es UD.

Mad, obviamente...


PD.- ¡Si Don Julio llega a enterarse de esta afrenta a la virilidad...! Por favor, señora, que esto sea siempre un secreto entre UD. y yo...

hablando de desconfianzas


Buenas noches, princesa.

Es muy tarde y he de irme a la cama. LLevo cinco días sin saber lo que es dormir como es debido y no puedo permitirme el lujo de seguir por ese camino.

Mañana por la mañana, a primera hora, contestaré tu e-mail, para que puedas leerlo cuando llegues a la ofi.

De todas formas, y aunque mañana te hablaré de ello con detalle, reflexiona sobre lo que me pides. Si te hago el amor la primera vez, sin haberte follado antes, no sé si seré capaz de hacer lo segundo alguna vez, y ambos lo necesitamos.

Quiero ser especial para ti, pues no me seduce nada la idea de ser uno más en tu vida, ni creo que sea lo que tú buscas. Además, yo también deseo ser tu Amo, y después seré tu amante, tu amor, tu amigo... y siempre tu cómplice incondicional. Pero, hazme caso, deja que empecemos a conocernos como dos animales sexuales y, si ha de ser porque así está escrito en nuestros destinos, después seremos todo lo demás, todo lo que ambos queramos darnos el uno al otro.

Déjame desearte y poseerte, y después, si lo deseas, enséñame a amarte.

Yo te quiero, aunque no sé si quiero quererte...

Un beso muy sensual y hasta mañana, cuore. Que tengas dulces sueños. Seguro que tú estarás en los míos.

Mad

PD.- Mañana te hablaré de mis desconfianzas, que no son tan graves ni tan profundas como tú las intuyes.

De aquello que se ve y es origen


Estudié hace años ciertas teorías de Filosofía del Derecho desarrolladas en los países escandinavos sobre el lenguaje.
Interesantísimas. Apliquemos algo a nuestro asunto...
Pienso sobre algo..; a continuación, me apetece contártelo aquí. Pero de aquello que bulló en mi mente a lo que soy capaz de exponer por escrito, hay una gran diferencia; tanto de matices como de sentimientos y de complejidad, y extensión, en su contenido.
Lo lees... Y de lo que yo había escrito a lo que recoge tu lectura, otro salto. Y de esto a lo que asimilas y luego comprendes... Resumiendo: de aquello que pensé a lo que tú piensas al cabo sobre ello hay un abismo.
¿Que por qué hago una introducción así? -Porque, mi querido (y desesperante) Mad y Amo, estoy firmemente decidida a tratar de que me comprendas, de que me pierdas la prevención y me aceptes como soy. Para ello sé que tengo que desnudar mi alma completamente, sin maquillajes que enmascaren lo más oscuro o peor de mi personalidad, ni que iluminen lo bueno o amable. Sé que lo que te cuente (trato de ser honrada, de no ocultar nada y de exponerlo objetivamente, sin hacer juicios de valor) te descolocará, te hará pensar y dudar de mí y usarás los márgenes y moldes que te son conocidos -todos lo hacemos, es lo natural- para incrustar ahí lo que te digo y poder hacer un juicio.
Tengo la sensación de que en esa desazón e inseguridad que te provoco se une el desconocimiento (es poco tiempo el que ha pasado desde que nos encontramos) a la falta de un 'modelo' anterior, otra mujer como yo, de parecido perfil. -Quieres tener todos los datos, la ecuación completa, y te desespera, y por eso das tantas vueltas, el no colocar las piezas ¿raras? en el sitio que crees que deberían.
No me vanaglorio si te digo que no respondo a modelos, que harías bien en tratar de poner la mente en blanco y dejarte llevar por esa intuición, mezcla de experiencia y tu fina inteligencia, que te da tan buenos resultados. Soy una desclasada, en todos los sentidos. Todos somos producto de nuestra educación, entorno geográfico social (Durrell y antes Kavafis, dijeron que 'somos hijos de nuestro paisaje'), herencia genética y condicionantes psicológicos y emocionales. Así que hoy trataré de contarte lo más asépticamente posible cuál fue mi origen y cómo es mi mundo.
-Espero no me fusiles al amanecer... ;-))
Nací en un pazo gallego, a la hora del té. Mi cuna estaba llena de escudos y me llamaron 'señorita' antes aún de gatear. Me enseñaron la palabra 'honor' y 'valor' y mi imaginario de niña no se llenó de cenicientas ni bambis, sino de la historia de mis mayores. Procedo de una linea de mujeres fuertes, femeninas, valerosas y atemporales. Todas fueron de espíritu libre y muchas musas de pintores, poetas y reyes. Soy la mayor de muchos hermanos, la mayor también de mi generación, la primogénita. He vivido en otros paises y mi infancia ha sido feliz. Fuí inocente hasta poco antes de casarme. El resto, hasta llegar a seis años atrás (como ya te he relatado) fue: tener hijos, trabajar mucho, y llevar una vida familiar. Mi matrimonio, como ya te conté, fue algo que acepté -la persona con la que pensaba me casaría se mató en un accidente, así que cuando me aconsejaron que lo hiciera, no puse pegas. Podría querer con inmenso afecto a mi compañero y quería tener hijos-.
Tengo un marido muy enamorado, para quien soy la mejor de las mujeres y la única en su vida. Mi vida es alegre, ocupada, llena de cosas y personas. Quiero muchísimo a mi marido, como a un hermano, y no hay día que no cruce los dedos para que aparezca alguna 'fraülein' de la que se enamore y se acabe ésto. No romperé mi matrimonio, porque me comprometí un día y no falto a mi palabra. -Mis hijos son unas personas independientes, alegres, sociables y aplomadas. Intento que tengan criterio, que sepan pensar independientemente y que miren lejos, sin dejarse presionar. Soy una persona de sociedad, por mí misma y por mi marido. Me gusta recibir y hacer fiestas. Voy a muchos sitios y conozco a muchas personas. Tengo cientos de conocidos y pocos y importantísimos amigos de toda mi vida. Me encanta mi familia y disfruto con mis hermanos. En mi trabajo soy un referente. Y no lo hago mal.
Y, como tengo capacidad y todo me interesa, siempre tengo mil proyectos en ejecución, y no paro de crear y hacer cosas.
Ya.
lulut

besos lentos

Te he oído esta tarde por Internet, buscando en el Google la dichosa palabrita "ange...".

En cuanto a tu penúltimo sms, gracias de veras por regalarme tu hermoso cuerpo ofrecido y gracias, sobre todo, por hacerme depositario de tu confianza hasta ese extremo. Nada me hará más feliz que corresponderte de igual modo cuando esté completamente seguro de quién eres. Por ahora te aseguro que me gustas mucho, muchísimo., y que llenas con tu magia casi todos los meandros de mi piel.

Un beso lento y muy sensual en esos labios de fuego que tanto me gustó sentir muy apretados contra los míos.


Mad

¿hablando de despedidas?


Pues sí.
Dos cosas.
La primera, que aunque me ha entristecido mucho leer que, aun antes de empezar a conocernos más intimamente, te estabas despidiendo de mí....... (y poniéndome con eso un reto, una dificultad, un obstáculo.... sin saber o sabiendo -¡quién sabe, ya que eres un hombre que me sorprende por tu tremendísimo conocimiento humano!- que tengo debilidad por ellos. Que nada como una dificultad para ponerme las pilas y sacar de mí toda mi capacidad creativa, ingenio y garra. Cuanto más difícil sea algo... más empeño pondré en lograrlo).
Decía que me había entristecido leer tu despedida. Hay un aviso a navegantes en tus palabras, como si me prepararas para el momento en que te irás. -Soy incapaz de pensar que puedas creer que la que se pueda ir sea yo, así que lo entiendo de esa manera: me preparas.
Y me dices el recuerdo que querrías dejarme. Es un bonito recuerdo el que dibujas, sí. Si ese caso se diera... esperaría dos cosas.... la primera, que fuera asombrosamente muchísimo más tarde de lo que tú hubieras nunca podido imaginar que sería. Y dos, que cuando me dejaras y un día pensaras en mí... pudieras decir "fue alguien que me enseñó a soñar". Nunca he entendido las matemáticas como el resto de las personas. Quizá por eso el concepto del tiempo es distinto para mí: no son cantidades, se mide por la cercanía al corazón.
Tú no tienes fé en mí; y haces bien: No me conoces y te gusta conocer las fórmulas y los plazos, las fuerzas y sus resultados.
-Yo sé que te haré soñar, desear y sentirte seguro.
Un beso lento, suave, delicado y delineador en..... si pudiera elegir.... ¡ay, si pudiera elegir! -Si pudiera elegir me gustaría que fueran tres....... y pondría dos en cada uno de tus pezones. Serían besos leves, delicadamente succionadores, como de niña pequeña... y el tercero se demoraría bajando por tu pecho, circundando tu ombligo, relamiéndose en el descenso, húmedo, insistente, tentativo, hasta llegar a tu pubis y, sólo con la punta de la lengua, rozando apenas los labios, subir entre los testículos, marcando una linea de calor, por el tallo enhiesto de tu polla hasta esa roseta, perfecta, que recuerdo tan vivamente...
Buenas noches,
lulut

de la historia personal de M.A.D.


Querida lulut:

Lo cierto es que tu curriculum sentimental y sexual impresiona un poco. Si me pongo a pensar en el mío, quizá parecería más extenso, no lo sé, pero el tuyo me ha llamado la atención, aunque paradójicamente me lo esperaba. Quizá me ha resultado más chocante por el hecho de encontrármelo de sopetón, cuando, no sé por qué, pensaba que me hablarías de otras cosas, de otra manera...

Si te escribiese Don M.A.D. no sé lo que te diría en este momento; imagino que el calificativo más delicado que te dedicaría sería el de "grandísima puta", pero el caso es que te escribe Mad y él, aunque sabe que no debe hacerlo y que se volverá seguramente en su contra, no puede ocultarte que ha sentido celos, y muchos, imaginándote entregada a esos hombres a los que tan felices has debido de hacer. Leyéndote, te imagino una especie de ONG del sexo, que va repartiendo placer a cuanto tío necesitado encuentra en su camino... En fin, dichosos ellos.

Con esos antecedentes, pensar en estar mucho tiempo juntos me resulta casi imposible. No se me ocurre ningún motivo por el cual yo no vaya a ser uno de ésos en quienes no pensabas cuando follabas porque tu insatisfacción te llevaba a fantasear con el siguiente. Es difícil para mí no verme retratado en ellos. No veo nada en mí que ellos no tuvieran; quizá tú no supiste verlo, simplemente.

Espero que nuestra continuidad no se base únicamente en que llegues a tener un orgasmo con mi sexo dentro de tu vagina, porque si fuera el caso sería una manera un poco triste a la vez que estresante de iniciar algo. Espero que gozes conmigo, pero, no sé por qué, lo que hasta antes de leer tu correo encontraba un reto agradable para mí, pues nada me satisfaría más que verte gozar entre mis brazos, de repente se me ha puesto un poco cuesta arriba, como una especie de necesidad enfermiza para que no pienses en quién será el siguiente mientras te entregas sumisamente a mí, mientras me ofreces lo único que creo que voy a tener de ti: tu cuerpo.

Y esa historia de tu amor, que se vió incapacitado para el amor físico cuando se enamoró de ti... Caray, cualquiera se deja llevar por sus sentimientos contigo...

Así las cosas, Mad, que no manda sino pide y quizá por eso inspire tu indiferencia, si no tu desprecio, te ruega que disciernas muy bien entre deseo/excitación física, y amor, y que no le hables nunca de lo segundo sin estar muy segura de que en verdad lo sientes. Creo que tienes una manera muy masculina de sentir el sexo, y eso me gusta mucho, ya te lo he dicho, pero así como los hombres confunden el deseo con el amor, me preocupa que a ti te pase otro tanto.

No comprendo tu preocupación porque te deje; me parece bastante obvio quién va dejar a quién.

O yo te he leído mal y debo hacerlo de nuevo, o tu único interés es Don M.A.D. y Mad te importa un huevo, con perdón. Y lo cierto es que esta noche Don M.A.D. se ha ido ya a la cama; queda Mad, que es quien te escribe, pero ya no sé lo que te interesa de él, si es que algo te interesa.

En fin, es tarde ya y tengo que madrugar mañana. A lo mejor el día me hace verlo todo de otra manera, pero ahora dudo que tenga sentido que te hable de mi vida, de mi trabajo, de mi familia, como pensaba hacer.

Y, por cierto, yo no tengo un pene muy grande; creo que lo tengo bastante normal.

No te preocupes por no vernos el lunes; haz tu viaje con tranquilidad y ya nos veremos otro día. Además vas a estar en Londres, un paraíso para los amantes del s/m. Lástima que Don M.A.D. no esté, pues de estar, su natural libinosidad le llevaría a recomendarte un paseo por algún club s/m, donde, perdida en el anonimato, podrías sin duda disfrutar exhibiendo tu culo y dejándote azotar por cualquiera.

Después de nuestra "intensa" conversación y en cuanto a mi vida:
Soy el pequeño de tres hermanos varones. Conocí muy joven a la que hoy es mi mujer. Yo tenía 20 años y ella 31. A los dos años escasos de relaciones nació nuestra única hija, que ahora tiene 23. Fue una niña deseada, aunque sinceramente es bastante inaguantable.

Mi mujer ha sido muy atractiva, elegante y distinguida. La quiero, pero no siento ninguna pasión ni deseo hacia ella. Lo hacemos una vez cada dos semanas, más o menos, y no suele durar más de 15 minutos. Hace muchos años que no le como el coño, para que te hagas una idea. Ella ha sido muy apasionada y de orgasmo fácil. No puedo tener queja de ella como amante, pero ya no la deseo y esto nunca va a cambiar.

Y... me queda mucho por contarte, pero ya seguiré en otro momento, porque es tardísimo y mañana he de levantarme a las 8,30 h.

Un beso muy dulce... en ese clítoris que tanto lo necesita, como cada minuto que pasa yo te necesito a ti más y más...

Mad

11.3.08

lo que dijo lulut de los 4 que éramos...


Respetado Don M.A.D., mi querido Mad;
Me resulta sorprendente ver cómo puedo ser tan transparente para tí.
Es como si me conocieras absolutamente. Y en vez de sentir miedo a ser vulnerable, me diera la tranquilidad de poder dejar la máscara, el antifaz que me cubre y protege, y ser por fin yo misma.
Nunca he sido la típica niñita boba, que se monta historias mentales que poco o nada tienen que ver con la realidad. Aunque sea impulsiva, decida rápido y la curiosidad sea un acicate insaciable... hay una sensatez muy terrena en mí.
También he vivido mucho ya. Y he aprendido a ver, como si fuera un regalo, la oportunidad de cada día y el valor esencial de cada persona o situación.
No me epatan los espejismos, ni me mueve –ya te lo dije- el oropel del dinero o del poder. No es porque lo haya tenido, es porque me educaron bien, me enseñaron aquellas palabras del Quijote cuando le decía a Sancho “no es un hombre más que otro, si no hace más que otro”. –He regido mi vida por ese lema, y no me ha ido mal.
Tengo la suerte de solo rodearme de gente buena y valiosa, la otra…… la interesada, la superficial, la falsa…. No me aporta nada. Creéme si te digo que sé valorar, y que aunque dé la oportunidad a todo el mundo, no tardo en saber cuál es el fondo o la intención de cada quién.
Hay muchas mujeres que tienen una idea prefijada del "hombre de su vida" o un modelo exacto por el cuál van guiando sus selecciones, cuando escogen compañero. No ha sido así mi caso.
-Quizá mi caso es peor. Me doy cuenta de que trato a todos los hombres como si fuera uno mismo, como si hubiera un "hombre universal"... quizá porque no espero nada especial, quizá porque sé cómo funciona obtener lo que quiero... quizá porque no he encontrado hasta ahora a alguien como tú.
He ido y venido, a mi libre albedrío, siempre con muchos hombres enamorados alrededor. Uno sólo no me saciaba, siempre faltaba algo que compensaba otro, u otros. Y siempre que he estado con alguien, pensaba en otro. Hace seis años fui infiel por primera vez. Lo decidí de la noche a la mañana. Un hombre mucho mayor que yo, gran amigo de mi marido. Muy divertido y cañero. Muy inteligente y mordaz. Le dije que le haría un regalo de cumpleaños (cumplía 50 y estaba deprimido). Me presenté en su despacho, me quité la falda y el niqui (era verano) y me quedé en sandalias y encajes. Le dije que le iba a hacer la mejor mamada de su vida……. Y casi se muere. Me tuvo abrazada mucho rato, me dio besos en la frente…… y luego fuimos algo parecido a amantes durante un año y medio. Se enamoró, yo no.
Y todo acabó cuando, en un viaje, mi marido nos pilló abrazados.
Sexualmente no me dijo nada, no me satisfizo nada, ponía –como tú dijiste el otro día- más voluntad que conocimiento, y era de eyaculación precoz. No me atraía sexualmente, pero era la tremendísima diversión y el riesgo, las risas y la adrenalina de una aventura en las mismas narices de todo el mundo.
Y yo estaba más que harta del mundo.
Luego hubo algunas aventuras sueltas –fue como si hubiera abierto la caja de Pandora: había visto que podía haber otra cosa, quería probar-. Pero nunca repetía más de dos veces con alguien, porque me aburría, siempre era igual, lo mismo.
Por último y hace dos años estuvo Zar, ese hombre del que me enamoré por primera vez en mi vida, con el que he salido durante esos casi dos años…… y con quien sólo hice el amor dos veces, al principio de nuestra relación, antes de que él empezara a amarme y eso le incapacitara para el amor físico.
Fue la mejor experiencia de mi vida –porque le quería- aunque para él –como supe luego- era algo detestable y sin ningún interés.
Mi marido es un pésimo amante y un gran masturbador. Supongo que por carácter y por la poca afición al esfuerzo, siempre ha preferido una paja que tener que esforzarse en un ejercicio. Se unía a esto que se corre enseguida… con lo cual, nunca había tiempo para que yo llegara a nada. Así que después de años de tratar que entendiera la sexualidad femenina, el cómo no es lo mismo pasar una mano por el antebrazo que por el coño… aprendí a conformarme con lo que había.
Porque para él, el verme meterme los dedos en el culo, moviendo lascivamente las caderas era suficiente para empalmarle y desear hacerse una paja. Me gusta dar placer.
Con los hombres que he estado siempre me ha preocupado más su satisfacción que la mía….. como si estuviera dirigiendo –ahora lo veo- la maldita película que decías: actuando, poniendo los focos, sujetando los micrófonos…….
Supongo que por no mostrar, realmente, la cantidad e intensidad de pasión que me desenmascararía. Porque la gente normal tiende a asustarse de la pasión o de la falta de prejuicios.
Nunca nadie me ha enculado. Para mí siempre ha sido algo que he querido y me ha asustado a un tiempo. Siento muchísimo placer, muchísimo, cuando me meten los dedos o juguetean con mi anito. Mi marido siempre ha fantaseado con eso pero no ha sido capaz, y me frustra. Me hizo daño una vez…… tampoco procuró dilatarlo o usar cualquier gel o lubricante. Y luego no lo intentó más.
–Otros hombres han querido y siempre he dicho que no, supongo que tenía la tonta idea de que me gustaría ser desvirgada por alguien especial.
–Querría que me explicaras cómo puedo ir preparándome, dando de sí su tamaño, relajando el músculo del esfínter; porque tú tienes una polla enorme y no tengo ninguna intención de privarte de nada. Eso me preocupa. Soy muy inexperta a tu lado. Y me doy cuenta ahora de que tendré que aprender mucho y rápido para poder satisfacerte. Quisiera dominar el arte de amar con todos sus registros de suavidad y lentitud…… pero es algo que se me ha escapado, porque siempre, cuando era claramente insatisfactorio, quería que se acabara rápido.
–No fingiré ningún orgasmo. Pero quiero decirte que, aunque nunca me he corrido follando, con la penetración, siempre he sentido un intenso placer con ello y una frustración inmensa de que no durara un poco más para poder llegar al orgasmo. Disfruto mucho con cualquier cosa, tengo muchísima sensibilidad y siento todo, y llego al orgasmo muy fácil y muchas veces, pero siempre por estimulación del clítoris o de esa zona que está entre la vagina y el ano. Me da rabia, porque no puedo decirte si llegaré al orgasmo contigo, aunque creo que sí (sé que si te digo que “estoy segura” vas a mirarme de reojo con un gran escepticismo, perooooo… deberías tener fé en mí)
No tengo una imagen hecha de mi "príncipe azul", mis colores son los amarillos, los siena, los dorados... y los príncipes no me llaman la atención. Vuelvo a decirte que veo lo que me muestras.
Estoy aprendiendo a conocerte, y me asombra lo que veo. Serás lo que tú quieras ser para mí, sin prejuicios, sin más archivo o experiencia que la que vaya acumulando contigo. Sé, como tú lo sabes de mí, que no podemos prescindir de la otra parte. Somos muchas cosas los dos. Y esas luces y esos oscuros, se complementan, nos hacen como somos.
Tú eres único, pero en tí está la riqueza de la parte tierna y amorosa y la otra dominante y algo sádica. Eres así. Y así me gustas, completo. Si tú te quedaras solo con "la dama" que es cálida y espiritual..... estarías perdiéndote también esa lutut ávida, deseosa y siempreputa que soy.
Porque es así.
Hemos tenido suerte al encontrarnos. No sé si te das cuenta de que por vez primera, y en la forma que sea, tú me vas a permitir ser todo lo que soy…… quizá no me he entregado a nadie porque me sentía “excesiva” en todo, y tenía que repartirme en muchas "damas"…… cada una una parte de mí, sin que nadie tuviera todas. No pensaba deshacerme de ningún correo tuyo, y si te digo la verdad…… el que más veces he leído fue el del “dardo en la palabra” (que diría Lázaro Carreter….), el del amo sentando bases y convirtiendo a su puta en menos de una chincheta clavada en un corcho.
–También he leído, desde que te conozco y me haces sentir tantas emociones desconocidas, muchos blogs, páginas y vivencias de amos y sumisas. Trato de entender. Trato de aprender. Sé que no te tendré de otra forma si no es asumiendote entero, como amo, amante, amor y amigo (¿has visto alguna palabra más preciosa que esa “amigo”?).
Y sé que tienes razón cuando dices que solo dominando don M.A.D. a lulut desde el momento cero… podrá sobrevivir. Si no fuera así….. ni tú ni yo seríamos capaces de sacarlos fuera nunca más.
Deseo complacerte más que nada en el mundo. No sé si seré una buena esclava pero puedes contar con toda mi voluntad de aprender a serlo. Estás abriendo un mundo nuevo para mí, y sólo puedo agradecértelo y pedirte un poco de paciencia y otro poco de fé.
Todavía no nos conocemos mucho y decirte que “te quiero” es expresar un sentimiento básico, general, natural en dos personas que sienten empatía y atracción….. sé que te querré muchísimo.
Te he escrito un testamento (yo adoro leer tus cartas). Y quería haberte escrito hoy una pequeña reseña de lo que es mi vida, de lo que hago, lo que trabajo, lo que enredo, cómo es el mundo y las personas que me rodean, qué he hecho familiarmente y cómo, esta pequeña frívola de mente viciosa y siempre en marcha… se ocupa de doscientas mil personas distintas…… sin que nadie se ocupe de mí. A eso estoy acostumbrada. Por eso soy fuerte y alegre: porque no importa, siempre pienso que hay que ver lo bueno y positivo, y que hay otras cosas.
No sé, don M.A.D. si va Ud. a romperme el corazón pero sé que estará Mad, al quite, para controlar que hasta lulut se sienta protegida.
Por último y antes de mandarte esta carta: NO DESHECHES ESA FANTASÍA DE ALI BABÁ Y SUS CUARENTA. Lo único que te dije es que hoy (ayer) esa fantasía estaba fuera de mi mente, no la había ni considerado. Ahora pienso en ella.
Todo es un proceso, una lenta cocción, un camino.
Y por cualquier camino se puede ir si voy de tu mano.
lulut

los 4 que somos: "la dama" y lulut; Mad y Don M.A.D.


Buenas tardes, cariño.
Por fin dispongo de un ratito para escribirte, aunque no con la tranquilidad que desearía, pues no estoy solo en casa y, además, te escribo desde la habitación de mi hija con los dos gatos subiéndose por todas partes. No hemos salido porque mi mujer no se encuentra bien.
Quiero decirte tantas cosas que no sé por dónde empezar. Supongo que, si me dejan, éste será uno de esos interminables testamentos que conlcuirás de leer entre bostezos. Quiero empezar por decirte que entiendo y disculpo tu e-mail de antesdeayer. Sin embargo, y de la misma manera en que te digo que borres, si quieres, la parte de aquel otro en que te hablaba de "los perros y los 40 sodomitas", puesto que es algo que nunca formará parte de mis fantasías hacia ti, ya que sé que te hiere, también deseo que conserves ése otro posterior que tan violentamente te indispuso contra mí.
Quiero que lo conserves y que lo leas de vez en cuando, pues en él, como en cada uno de los que nos hemos escrito hasta ahora y haremos en el futuro, está una parte de nosotros mismos, de ti y de mí.
En esta historia de pasión esquizofrénica que nos ha sido dado vivir y a la que, sin duda sin buscar y probablemente sin desear, nos hemos aferrado ambos como lo hace el naúfrago en la nocturna soledad del océano a la primera tabla que encuentra a mano, en la conciencia de que quizá sea la única que le impida ahogarse, a Don M.A.D. le corresponde vigilar que "la dama" no haga daño a Mad. A Don M.A.D. le importa "una higa" que lulut se abra de piernas con quien quiera, que se trague la lefa del primer impresentable que encuentre donde sea y que se deje hacer jirones la piel por cualquier aprendiz cutre de amo que sea capaz de despertar sus más bajas pasiones, lo que, de otro lado, sabe que no es nada difícil. Ahora bien, Mad, tu Mad, ése que se interesó por ti lo suficiente como para quitar tu velo de hembra sexual y hallar tras él a una mujer sensible y delicada, ése Mad no quiere que te roze ni el viento. Y si Don M.A.D., menos inocente y confiado y más frío, calculador y seguramente más inteligente que Mad, en su permanente búsqueda dentro de tu alma, encuentra una mujer manipuladora de sentimientos ajenos, una cuarentona "bien" aburrida y con ganas de emociones fuertes que no conoce límites ni escrúpulos a la hora de llevar a cabo sus propósitos, entonces utilizará su lengua a modo de látigo de infinito poder lacerante y, si el correo del otro día te pareció duro, espera y conocerás el verdadero significado de la palabra "dureza".
Te agradezco infinitamente que me exijas seguir viéndote como "lulut". Cuando te conocí me pareciste lista; ahora sé que eres inteligente, y mucho. Sabes igual que yo que necesitas a Don M.A.D. para respetar y sentirte unida a Mad. Sabes que no estás segura de que Mad por si mismo sea capaz de llenarte lo suficiente como para renunciar a los demás. Sabes que lo que te va a dar Mad te lo han dado ya otros y puedes volver a tenerlo cuando quieras, pero que Don M.A.D. no será tan fácil de sustituir en tu vida.
No temas, princesa, sé que no podemos renunciar a esa otra parte de nosotros mismos si queremos que esto tenga algún futuro, y de la misma forma que Don M.A.D., sin Mad, se cansaría de ti en tres o cuatro "sesiones", como mucho, también Mad sabe que sin Don M.A.D. no daría la talla ante ti.
Sé que no te gusta que ponga fecha de caducidad a nuestra relación, pero es una ley inexorable de la naturaleza que todo tenga un principio y un final. No sé qué tan lejos estará nuestra despedida, pero el día que llegue y que otro hombre ocupe mi sitio, no quiero que le digas: "conocí a un hombre en quien creí ver el macho dominante que siempre he buscado; ése que se sirva de mí para su placer sin ningún escrúpulo ni miramiento, tratándome como a una fulana barata, dominándome a partes iguales con su polla y con su látigo. Pero entonces se enamoró de mí, y todo se fastidió porque en ese momento empezó a tratarme como lo han hecho todos los hombres a lo largo de mi vida y se volvió desagradablemente dulzón y noño, y ya sólo quería hacerme el amor como un amante entregado, y llegué a sentir una mezcla de asco y lástima cada vez que me tocaba, hasta que tuve que dejarle porque ya no soportaba su empalagosa presencia".
Lejos de esto, espero que el día que nos dejemos me recuerdes con respeto y que pienses en mí como el hombre que te habrá convertido en lo que serás: una mujer entregada y sumisa, capaz de satisfacer y hacer feliz a cualquier hombre. Si esto llega a suceder, serás mi obra, y me sentiré muy orgulloso de ti. El día que te conocí fuiste 80% lulut y 20% "la dama", y así te encontré deliciosa, pícara, sensual, entregada, disponible, ofrecida sin pudor a pesar de su timidez, y también culta, inteligente, educada, amable, atenta.
Así es como te quiero siempre.
A veces le costará mucho a Mad reprimirse en favor de Don M.A.D., y es consciente de que, si no le deja actuar desde el principio, desde el momento cero, ya no será capaz de hacerlo jamás. Don M.A.D. siempre exigirá a lulut que ponga todo su sexo y su vicio en cada beso que le dé, y Mad siempre pedirá a "la dama" que ponga toda el alma en sus labios entregados a los de él.
En cuanto a tu deseo de compartir conmigo los lugares que te son queridos... quizá te agrade saber que ese mismo deseo siento yo contigo. Ayer tenía que ir a Majadahonda a primera hora de la tarde. Normalmente, desde Tres Cantos tomo la carretera de Navacerrada en sentido Madrid, hasta la M-40, y en 20 minutos estoy allí. Pero cuando he de ir en viernes, temo los atascos de la M-40 hacia los túneles de El Pardo, y me voy por Colmenar, Hoyo de Manzanares y Torrelodones donde tomo la A-6 en sentido Madrid y hasta Majadahonda. Hago más kilómetros, pero sin atascos.
Pues bien, ayer que hacía un día tan hermoso, mientras recorría el camino entre Colmenar y Torrelodones, donde los paisajes son muy bonitos, pensaba en lo agradable que sería llevarte a mi lado, parar el coche en cualquier punto del recorrido y, en un lugar mínimamente apartado de la carretera, sacar a lulut del coche, ponerla apoyada con las manos sobre e capó, subir su falda, bajar sus panties y su tanga, y follarla por detrás hasta llenar su coño o su culo de espesa lefa caliente. Después le daría la vuelta, le mandaría arrodillarse y limpiar con su lengua, sumisamente, los restos de lefa de mi polla aún dura, antes de meterla de nuevo y con dificultad en el pantalón. Inciso: supongo que tomarías nota el miércoles de algo que no debe faltar en tu bolso cuando vayas conmigo... kleenex. Después retomaríamos la ruta y pararíamos a comer en algún restaurancito típico un buen cordero con el que saciar el apetito "de verdad" que el "otro apetito" recién satisfecho siempre despierta. Después de comer, una agradable siesta en algún hotelito de la sierra, donde Mad le haría el amor a "la dama", con toda la dulzura del mundo, acariciando y besando con infinita delicadeza cada milímetro cuadrado de su piel, desde la frente hasta las puntas de los deditos de los pies... Y después de velar su sueño de niña grande, volvería a dejarla en su oficina o en su casa, mientras escucharíamos en el coche nuestras canciones preferidas ... Supongo que algún día lo podremos hacer.
Ahora mis horarios están muy constreñidos por la dichosa rehabilitación, pero, aún así, espero encontrar los momentos para tenerte a mi lado. Quiero pedirte una cosa, aunque sé que no me vas a hacer caso. Por favor, intenta verme como el hombre que soy, no como la imagen ideal que de "tu hombre" tienes en la mente. Piensa que no seré ni el mejor ni el peor de tus amantes, ni el mejor ni el peor de tus amos posibles. Tengo claro que si te agradé el otro día fue, en buena medida, porque me había encargado de advertirte que no esperases de mí nada demasiado especial ni mucho menos atractivo. Creo que salió bien. Ahora te pido lo mismo. Pensemos ambos que pasaremos un rato agradable, sin más, al que seguirán otros en los que el conocimiento y la confianza mutuos nos harán saborear todo más y mejor que el primero.
Y te quiero pedir algo más, y esto ya sí te lo digo muy en serio: jamás finjas un orgasmo conmigo, porque si me doy cuenta y aunque piense que lo haces por mi felicidad, me voy a sentir como un imbécil y eso podría fastidiar mucho las cosas entre los dos. Sé siempre tú misma, y si no llegas al orgasmo, bastante desgracia tienes tú como para tener encima que fingir. A Don M.A.D. es muy probable que tus orgasmos le importen una higa, pero a Mad le importarán muchísimo y hará todo lo posible por saborearlos contigo. Sólo tienes que decirme cómo hacerlo, y te pido que me lo expliques "por aquí".
Deduje el otro día que nunca has tenido un orgasmo mientras te penetran y que tu forma de correrte es por estimulación del clítoris. Explícame todo esto con detalle, por favor, porque me interesa mucho. Y no sientas vergüenza ni pudor; sabes de sobra que puedes contarme cualquier cosa que te pase, sea lo que sea, de tipo sexual o no.
Bueno, mon amourette, voy a dejarte por ahora. Te mando un beso en el que pongo toda mi pasión y unos cuantos azotes en ese culo que tanto deseo tener ofrecido... TQ,
Mad

a lulut le gusta don M.A.D. y Mad


Mi amor, mi amo, mi maestro, mi amante...
¿Me perdonará alguna vez ese mail de niñata malcriada y rabiosa, desdeñada y herida en su amor propio??
No hago otra cosa que pensar en mi señor, en tí, en todo. En la suerte de haberle encontrado (la suerte no existe, así que debe ser el regalo especial que no me atrevía a pedirle a la vida).
Déjeme una vez más mostrarme rebelde y apasionada EXIGIÉNDOLE de rodillas que no me prive de ser su perrita; que no desista de emputecerme ni de darme el trato de auténtico putón de carretera (provincial) que necesitamos los dos. Enséñeme a entregarme como la zorra que soy y hágame esforzarme por complacerle. Porque sólo quiero desvivirme por tí. Quiero ser tu amante, también. Y tu amiga.
--Y sé que tienes el poder de hacerme soñar y querer hacer cosas. Tú me das alas y ganas y garra. Y me asusta pensar que si ya siento todo ésto y nos conocemos tan poco..... pueda querer más y más. Porque me gustaría pasear contigo por todos los sitios bonitos que conozco, y ver el rayo azul, cuando el sol se pone sobre el mar, sobre la proa de algún barco anclado en cualquier cala solitaria. Y pasear contigo bajo los puentes de París.... o sentir tu brazo en la cintura mientras alimentamos ardillas en Central Park...... hay un banco especial, en un jardín escondido, tras una capilla anglicana en un sitio escondido de Londres..... y un camino, entre jaras que, en verano, se abrirían solo para vernos pasar. Me gustaría enseñarte un río especial en La Granja, que cuando crece y no está turbio deja ver en su fondo una antigua calzada romana... y sorprende no ver bajar, arrastrada por la corriente, a Ofelia cubierta de flores...
Y quiero prometerle que, aunque a veces sea muy "gallita" o levante mucho la nariz... le escucho con la atención de un niño que absorbe todo, con los ojos muy abiertos y concentración absoluta.
Me gusta Ud. don M.A.D., me gustas Mad.
Un beso entregado de su putilla que ya le admira y respeta; y de una mujer a quien ha conquistado tu inteligencia y encanto,
lulut
P.D. Entiendo bien el francés, aunque mi nivel escrito es muy infantil (después de la kuniko, nuestra nanny inglesa, estuvo Mademoiselle Laureline -odiosa- durante ocho o nueve años). He veraneado en San Juan de Luz y, en las comidas en casa de mi abuela se hablaba francés. No dudaré en preguntarte lo que no entienda y nada me dará más placer que que me expliques. Quisiera saber lo que cada palabra significa, personalmente, para tí. ;-))

Sentimientos del Amo


Sólo unas líneas para una cosa que tiene que ver con los tatuajes, por si te daría morbo que yo siguiese el ejemplo, dos videos "didácticos", para que aprendas del primero y espero que no del segundo, unas reflexiones en Francés que me han gustado, y una cosa graciosilla sobre las relaciones padres-hijos.

Por cierto, ¿entiendes bien el Francés? Si no es así, dímelo, porfa. Si tú me mandases cosas en Alemán, yo no me enteraría de nada.

Te echaré mucho de menos, así que espero leerte pronto.

Que pases un buen finde.

Un besito muy dulce con toda mi pasión de amo de 2ª reconvertido en amante de ... ¿3ª?
Mad.


PD.- Pero que te conste que, aunque tenga los mejores sentimientos hacia ti, que los tengo, no pienso renunciar a mi perrita lulut. Y voy a mirar, en cuanto tenga un rato, unos juguetitos que quiero comprarle por Internet, para, ¿cómo era aquello?... ¿que se divierta mientras aprende?

¿Amo o........ amante?


Me ha encantado tu correo, de verdad, y si a ti el mío te ha conmovido, a mí el tuyo me hace levitar.

Estoy empezando a encontrarte tan maravillosa y especial que me está dando miedo pensar cómo me afectaría si algún día te siento verdaderamente mía.

Es muy tarde ya y he de dormir, pero mañana o la próxima vez que te vea, intentaré explicarte la razón profunda del tono de mi mensaje de hoy. En tu favor he de reconocer que eres muy intuitiva, pues te has dado cuenta de que, además del tono propio del juego que a ambos nos une y que espero te agrade en general, había una "sobreactuación". Quizá estés aprendiendo ya a conocerme de tal manera que, por utilizar un símil que a buen seguro sabrás apreciar, has constatado enseguida que hoy no te he dado cuatro azotes cariñosos con la mano, sino una buena tunda con la fusta. Podría negarlo o enmascararlo, pero jamás ofendería la inteligencia de alguien tan especial para mí disfrazando la realidad. Es verdad, hay algo que me ha molestado de tu comportamiento y me ha hecho reaccionar así. Ya te lo explicaré cuando esté completamente seguro de que no va a generar más malentendidos entre nosotros.

Sólo quiero decirte una cosa: me importas mucho y deseo, de verdad, descubrirte, desnudar tu alma hasta ver lo que se esconde en ella y, si me es dado, hacerte mía hasta ese punto de entrega absoluta por tu parte en el que tú te sientas tan entregada a mí como no lo has estado jamás a ningún hombre. Porque esto es así, siento hacia ti los mejores y más nobles sentimientos. Nunca te haría daño; antes me lo haría yo mil veces. Recuerda siempre esto, por favor, y si alguna vez te parece que soy duro o frío contigo, piensa en lo que acabo de decirte. No soy capaz, en este momento, de albergar ningún mal pensamiento hacia ti y, por ello, cualquier cosa que haga o diga en relación contigo siempre será con la mejor de mis intenciones. Siempre que piensas de otra manera, te equivocarás.

No quiero perderte y me llena de satisfacción el convencimiento de que a ti te sucede lo mismo conmigo. Aprendamos a mimarnos y a hacernos felices mutuamente, sin recelos ni temores. Y, por favor, no me digas que soy bruto, chulo, violento, etc... Vale que lo digas por hacerme daño o por cabrearme, pero me harías sentir terriblemente mal conmigo mismo si llegase a la conclusión de que así piensas de mí.

Y, para terminar, pase lo que pase entre nosotros, y aunque en la cama después pueda resultar todo un desastre -que no lo creo- siempre conservaré un maravilloso recuerdo de ti.

Sólo una cosa más. Cuando algo que yo diga o haga te conmueva o inspire tu ternura o cualquier otro sentimiento agradable en ti, por favor házmelo saber; pues de otro modo pensaré que no lo aprecias o incluso que te desagrada. No temas mostrar tus sentimientos conmigo; nada deseo más que tenerte "en carne viva", sin falsas pieles que enmascaren tu hermosa desnudez. Igualmente, te pido que pongas de relieve lo que no te gusta de mi comportamiento, pero con naturalidad y sin enfados que, te aseguro una vez más, no están justificados.

À demain, mon amourette. Dulces sueños.
Mad

La aceptación de lulut

¿Y por qué tú, me puedes explicar, tienes el poder de conmoverme?
Me haces sentir rabia. E ira.
Cualquier otro que me hubiera dicho las cosas que tú me has dicho.... hubiera muerto, decapitado, no sin antes haber encargado que le arrancaran la piel, despacio, y le dislocaran las falangetas.

Me hiciste sentir curiosidad, la primera vez que te leí. Y deseo, siempre.
Y ahora escribes ésto........ y casi me haces llorar.

Cuando he leído, hace un rato y desde la b.berry, lo que me habías escrito por la mañana y lo que yo te he contestado... trataba de imaginar si, de verdad, tanta palabra se correspondía con la sensación de cercanía de ayer.
Pensaba hasta qué punto me sentía perdida o dónde me había equivocado tantísimo para recibir de tí ese tipo de trato. Y sí tú, como sigo estando convencida, eres lo mejor de lo mejor entre los hombres que se atreven a decirse publicamente "dominantes"... y me entendías o respondías a una impresión que yo te daba, de ese modo... ¿qué hacía yo, qué pintaba -más bien-, ahí?

He quitado mi perfil, cuando te dije. ¿Para qué insistir?

Sé que no me creiste cuando te lo conté, pero no soy promiscua. Nunca he visto en tí un semental -aunque lo seas y desprendas sexualidad por todos tus poros-. Jamás te hubiera dejado acercarte a mí, o me hubieras besado si, más allá de todo lo que ofreces (que es mucho) no hubiera visto en tí bonhomía, gracia e inteligencia y quisiera conocerte y averiguar hasta donde, tú y yo, en nuestra situación irregular, podríamos hacernos el bien y aprender uno del otro.

Tenías razón -y no he dejado de darle vueltas- cuando has escrito que debo ser de esas mujeres que nunca se entregan, que no son de nadie.... y sin embargo, desde siempre, no he querido otra cosa que sentirme propiedad de un hombre. Un hombre especial.

Pero al final, por caracter o porque soy alegre y siempre parece que no me pasa nada... esos hombres eran míos, y yo de nadie. Si pensé que en este lado, más oscuro, podría encontrar lo que buscaba fue por la idea de que quien prescinda de mí, de mis deseos y voluntades... haciéndome una posesión, un juguete, me conocerá y quizá llegará al mismo centro de mí, cerca, próximo... y me verá como soy.
Sé que uno a un caracter de mil demonios capaz de apagar, yo sola, revoluciones... un cierto encanto pícaro y todavía inocente y unas ganas, como de generaciones que hayan estado tristes, de pasarlo bien y divertirme.
-No soy fácil y nunca te dije que lo fuera. Por eso, incluso ahora o esta mañana, altiva o furiosa, entregada o sumisa, necesito alguien a quien no impresione. Más fuerte y seguro que yo. Que no le tiemble el pulso a la hora de dar su opinión, de hacerla valer con autoridad y razón. Que me aplaque y me dé la intensidad que necesito, sin mojigaterías. Siento si no te he hecho sentir que me importaste. Si no te he dicho que cuando usas ciertas palabras, me conmueves. Que me da vergüenza y me siento vulnerable si demuestro dolcessa o ternura y lo enmascaro con frivolidad, porque en la intimidad de mis sentimientos soy muy tímida.

-No nos conocemos, no puedes saberlo. Dicen los cherokees que nadie debería juzgar a otro sin haber caminado con sus mocasines durante cinco lunas. Comprendo que pienses: "¡Menuda sumisa ésta!" "si a la primera de cambio, pone el grito en el cielo".... -Pues sí, sigo queriendo ser una sumisa.
Tu sumisa.
Y si no voy a ser tu sumisa....... entonces ya no seré sumisa.

Y aceptaré todo lo que venga de tí, siempre que sea digno de tí. Pero prefiero que me pinches los pezones con clavos del doce o que me abofetees vuelta y vuelta (uff) que leer tantísimo desprecio como he leído esta mañana. Regáñame. Edúcame. Castígame. Abusa, si quieres, de mí en todos los sentidos... pero no uses las palabras como látigos que me jibaricen. Úsalas a tu favor. Un "no estás a la altura de la puta que quiero" me hubiera hecho enrojecer de vergüenza y de deseos de desagraviarte.

-Y, por si no lo sabes, te quiero licencioso, y de amo, y de amante o comensal aséptico. Te quiero como tú quieras ser para mí. Y como quieras que yo sea para tí; porque soy todas las cosas: la virgen y la puta, la buena y la perversa, la frívola y la honda, la casquivana y la honesta. Y la mujer que, pase lo que pase, estará a tu lado cuando la necesites.

Y te pido, una vez más, que me enseñes. Y que si has tenido el cuajo de aguantarme hasta aquí sin perder el buen humor, sin soltar los mandos de esta peonza sin rumbo que soy, es porque puedes dominarme..... y tal vez, como me recordaste y si te complazco, también querrás hacerme el amor. Porque estar en tus manos, en tu mente, era mi mayor ilusión. Y ese, a mi humilde modo de ver, es el camino al corazón. Y volviendo a mi vocabulario favorito: ¿pero tú crees que yo podría follar sin sentir amor?? ¿Y qué crees que digo cuando hablo de "placer", si para mi es sinónimo de felicidad, alegría o dicha compartida?? ¿Y tú crees que yo dejaría que alguien me tocase, marido incluído, si tú me dijeses que soy tuya?? ¿Y tú crees que sabiendo que mi boca es tuya dará placer a otra polla que no sea la tuya o la que quieras que tu sumisa mame???
Y ya.

Pienso meterme en mi cama y dormir como un bebé. Yo también me desvelé pensando en tí. Y estoy muerta. Además cuando me enfado (que suele ser NUNCA -has tenido el raro honor de provocarme mucho), me canso. Eso sí....... te juro que como vuelvas a decirme que, mientras te hago una mamada has tenido que concentrarte y pensar en otra para correrte, ¡pedazo de mentiroso! ....... me esforzaré en visualizar a Boris Yeltzin, cuando esté contigo!

Un beso, querido Mad, me está costando muchas emociones y sobresaltos, conocerte.

lulut

y el Amo se la envaina...

Mi querida Lulut:

Lamento profundamente que veas así las cosas y te daré una explicación de mi correo de esta mañana.

Cuando reaccionaste rechazando de plano mi fantasía "especial", me di cuenta de que detrás de una mujer que aparentemente buscaba sólo sexo y morbo había también una mujer que deseaba sentir cariño y dulzura, y me gustó muchísimo, la verdad. De esa forma, cambié mi manera de dirigirme a ti, y sustituí los "perrita", "putita", etc. por "ma belle", "mon chou", etc. Y te aseguro que me gusta infinitamente más, aunque cada cosa en su momento tiene su gracia.

Lo de "mon petit chou", una expresión de infinitos cariño y ternura, más propia de madres o abuelas hacia sus hijos o nietos que entre una pareja, me vino sin pensarlo, como si en mi mente ésa justamente fuese la forma en que yo te veía, y me pareció algo tremendamente especial que me gustó mucho. Nunca he llamado a nadie así y nunca he pensado que nadie lo mereciese más que tú. Cuando esta mañana has asociado esa expresión al "placer" me he sentido terriblemente decepcionado, como si para ti sólo el aspecto sexual importase.

Me encanta tu forma de entender el sexo, que coincide muchísimo con la mía. Me gusta muchísimo cómo eres y lo que deseas en la intimidad, pero a través de los pocos ratos de conversación que hemos tenido, he aprendido, sobre todo, a desearte y a valorarte como persona. Todo lo demás es un juego y, como tal, prescindible, pero los sentimientos primarios me importan y mucho, y yo he aprendido a apreciarte por cómo eres. Te aseguro que es así. Tu correo de esta mañana me ha encantado - y la historia del "quitado" de la cadenita, más que nada-, te doy mi palabra, pero de la misma manera que al final del que yo antes te había enviado te hacía una reflexión distinta y creo que agradable para ti, me hubiese gustado que tú también culminases uno tan agradable como el que me has enviado con alguna frase que me hiciese sentir valorado como persona, y no como semental.

Jamás te he humillado ni lo he pretendido. ¿Quién soy yo para hacer tal cosa? Siento si te he dado esa impresión y, por otro lado, acepta algunas pequeñas licencias de amo, aunque a lo que se ve, de 2ª.

Cuando ayer estuve contigo, me asaltó una duda: si sería más feliz dominándote o haciéndote el amor, y llegué a la conclusión de dejar fluir los acontecimientos según surgiesen, aunque pienso que tú esperas de mí lo primero. No soy ningún bruto, ni de lejos. Nunca te haría daño, ya te lo he dicho, y sería capaz de hacerte el amor con infinita dulzura. ¿Aceptas el reto? Y sí, me encantaría pasar mi lengua muy despacio por cada milímetro de tu piel y besarte toda y hacerte sentir esos orgasmos que, al parecer, nadie es capaz de provocar. Me encantaría saborear tus orgasmos, como tú hiciste ayer con el mío.

En cualquier caso, veo que te quedas con los aspectos negativos de mi correo, o con lo que tú has tomado por tales. En él también te decía cosas creo que muy agradables, si quieres entenderlas.

Me gustas mucho, de verdad, y sólo he pretendido hacerte ver que para mí son más importantes los sentimientos que el sexo, o, si quieres, pongámoslos al mismo nivel. Te repito que me encanta tu forma de entender la sexualidad y creo que dentro de ti hay una persona a la que me encantará descubrir. Creo que, en el fondo, los dos estamos diciendo lo mismo.

No pretendo hacerte sentir mal y, como ya te dije antes, no soportaría la idea de hacerte daño. No entiendas en esa clave mis reflexiones.

Es verdad que también te he "apretado" un poquito, en los aspectos concretos como tu forma de besar y hacer el sexo oral, etc., para ver tus reacciones, pero no me apetece perderte, a menos que tú lo tengas muy claro. Y, por cierto, me encanta tu boca, aunque me gustaría tener ocasión de besarla a mi manera, a la que tú me inspiras, con una infinita dulzura, muy despacio con mucha suavidad... Y no, no pensé en nadie mientras estuve contigo, durante las dos horas que compartimos, ni un segundo. Sólo pensaba en cuánto me gustaría hacerte mía.

Si tú quieres dejarme, hazlo; no puedo hacer nada por impedirlo, pero yo no voy a dejarte a ti, no así. No tengo ningún motivo. Siempre me parece bien lo que dices, incluso en este e-mail tan "de buen rollito" al que estoy contestando. Tienes razón en todo lo que dices y yo lo suscribo al 100, bueno al 99%. ¿Qué más puedo decirte?

No quiero que borres tu perfil ni que cambies tu manera de actuar, y menos por mí. En el peor de los casos, si no quieres seguir conmigo, siempre puedes encontrar a otra persona con quien te sientas más a gusto. Yo me siento muy bien contigo y la verdad es que me preocupa un poco lo bien que puedo llegar a sentirme si en la intimidad las cosas funcionan bien. Pero te aseguro que no quiero negarme a mí mismo la posibilidad de averiguarlo. Soy de la opinión de que en la vida nunca se presenta la misma experiencia dos veces y sé que lo que no viva contigo no lo viviré con ninguna otra. Tú eres especial y única para mí en este momento de mi vida, y mientras así sea, quiero que estés a mi lado, dure lo que dure.

Ahora tú decides; te propongo que hablemos un rato por teléfono mañana -ahora no puedo- y, si en el peor de los casos ya no quieres tener trato carnal con esta encarnación del Maligno que tan mal te trata, acepta que te invite a comer el lunes en señal de desagravio. Te prometo que comerás bien y en abundancia, como corresponde a una dama de voraz apetito como ¿la mía? Promesa de no ponerte ni un dedo encima.

Para terminar, nunca podré decirte las cosas como lo hacía tu abuela, seguro que no. Pero, con el mismo cariño que ella te lo decía, aunque de otra manera, te digo:

Bonsoir, mon petit chou. Je te regretterai beaucoup si tu me quittes.

Mad


PD.- Ayer estabas preciosa; ahora, al recordarte, me doy cuenta de lo bonita y especial que te vi.

Por segunda vez lulut levanta la nariz

Si lo que querías era una disquisición lingüística sobre la acepción petit chou, en demostración de cariño... podrías haberlo explicado mejor.

Conozco el término, tierno y querido hasta donde no puedo explicarte. Eran las palabras con las que nos despedía mi abuela, que era francesa, y una de las personas más increibles que han existido.

Lamento, también, tu incapacidad para ver un guiño divertido (te falta esa referencia, veo) en el cambio de la grafía del nombre que elegiste para mí. Así y no de otra manera, firmaba sus cartas, una impúdica cortesana de muy importante abolengo, en la corte de Luis XII. Un personaje interesante..... y con una especialidad sexual, bastante curiosa.

Del resto de tu ¿desagradable? carta, sólo una explicación más (creo que te dije cómo odio explicar, o quizá no): Si te conté lo de la cadenita, es porque pensé que podría divertirte.

Probablemente aquí acaba todo. Por varias cosas: La primera; el sexo es otra cosa más, y no la fundamental. Me importa en tanto me importe la persona. No tengo adicciones, pero tampoco tengo pudor ni trabas, para dar de mí lo que esté en mi mano (ilusión, fantasía, pasión y toda la voluntad) y hacer feliz a alguien que me importe.
Y tienes razón cuando dices que lo fácil es entregar el cuerpo, lo difícil, el alma. -La entrega de la que hablas, al final de tu carta, se parece mucho al amor. Y sólo se ama a lo que se conoce y admira. En ningún caso sería valorable (al menos, no lo sería para mí, si la recibiera) la entrega de un alma de un desconocido. Pero valoraría en lo que vale, la de alguien bravo, independiente y libre, que tras algún tiempo, quisiera poner a mis pies.

La segunda; en otras ocasiones hemos hablado del significado "vejación" y "humillación"..... y tu carta, el principio (sobre todo), es el mejor ejemplo de lo que me refería. No me pone. Y no saldrá nada ni bueno, ni sumiso de mí por esa vía.

--Hay muchas maneras de reprender, corregir y hacerse enmendar a quien no sabe o vamos a enseñar: la que has elegido es inaceptable. Supongo que es a la que estás acostumbrado o que puedes haber creído que era la ideal para "ponerme en mi sitio". Te has equivocado. Cuando te hablé de "algo más sofisticado", con ocasión de aquella fantasía tuya de los perros y los cuarenta sodomitas, me refería a ésto mismo.

No se necesita lo obvio, la zafiedad, la brutalidad o la vejación para dominar o someterse. Vuelves a equivocarte conmigo. Si estoy buscando -ya a la desesperada y por esta vía de la sumisión- a alguien especial..... es por encontrar, quizá ahí, a un hombre a quien respetar. A quien admirar.
No admiro a un bruto. Ni tampoco a alguien sin delicadeza, para quien la severidad consista en rebajar al de enfrente.

También incidí en la palabra "juego". Puedo jugar a ser la más puta y viciosa, si ese es mi papel en la obra y si eso te va a hacer feliz. Para mí el sexo no es sucio, sino la herramienta más maravillosa para expresar los sentimientos, y dar a alguien lo único que poseemos realmente: nosotros mismos. Así que ese papel de furcia, fulana, calientapollas, y todo lo que pudiera gustarte llamarme, para aliñar tu fantasía y envolverme a mí con ella... me parecía fantástica, hasta que has roto el embrujo, mezclándola con un discurso propio de alguien poco digno.

Tengo la sensación, como tú comentaste en una carta, de que sería costosísimo que nos entendiéramos. Te confieso que la única duda que tenía, cuando me inscribí, fue si encontraría esa afinidad ¿espiritual? (sí, espiritual) en alguien de otra educación. Pensé que, como siempre sucede, funcionaría la afinidad selectiva: acabas tratándote -en la virtualidad, también- con gente muy parecida a tí.

Cuando te conocí ayer, y antes: cuando hablamos y vi tú manera de expresarte, pensé que sería posible. Podríamos conocernos y encontrar el punto de inflexión, el statu quo. Ahora ya no estoy tan segura. Vaya por delante que te disculpo por anticipado y que también te entiendo: que sé que no debe ser fácil tener enfrente a alguien que desconoce, absolutamente, "de qué va el mercado"; y que habrás aplicado el sistema (rudo y ¿de amo??) que te ha dado resultado otras veces.
Pero olvidaste que te avisé; que te dije que unía a mi inexperiencia... una educación ancestral, de la que tendrías que enseñar a desprenderme. Y que contaba con tu paciencia y savoir faire, para modelarme a tu placer.
Me alegro de que este desencuentro determinante haya sido ahora, que todavía no estamos implicados emocionalmente.

Por usar uno de tus símiles: estoy segura de que si domaras yeguas, habrías distinguido cómo dar cuerda a una pura sangre de cómo dársela a una penca. La penca nunca correría carreras, pero la pura sangre podría tirar de un carro. Y habría sido tu obra.
En fin, da igual.

Quiero que quede claro, antes de despedirme, que NO TE HE CONFUNDIDO con nadie. Significaste para mí una transgresión, una oportunidad, un precipicio, tal vez.... ese alguien que busco, desde toda mi vida, en quien dejarme y ser para él.
No te confundí con el hombrecillo aquel, de los azotes, quien me juró que comprendía los términos "te usaré, no me gustas, no quiero nada más de tí que probar, por una vez, si soporto el dolor" y que luego me dio tanta pena y a quien no dejé que me tocara.
No te he mentido ni confundido con nadie.

No te conozco y tampoco conocía el papel de esa "puta de carretera" que querías que fuera. Me falló la intuición y era previsible que resultara un fiasco. Pero lo que sí sé es -como se saben esas cosas, desde dentro del corazón mismo-, que ni en el juego ni en la realidad, querría que aunque mi papel fuera ese, el de mi compañero fuera el del chulo que explota a la puta. No podría respetar ni admirar, ni querer a ese chulo.

Busco una persona con unos valores y una sensibilidad extrema y que a ello se unan inteligencia y un sentido del humor. Llegaría al fin del mundo con un hombre así. Y por último ¿sabes por qué la gente me quiere y algunos hombres se enamoran de mí? -No por mi físico, ni por mi forma de follar y esas idioteces, no. Porque me abro y amo, y no olvido, nunca, a quien me quiso.

Ya no te molestaré más.
Aprovecharé que tengo este rato para eliminar mi perfil. Creo que, de todas las tonterías que he hecho, quizá ésta es la mayor. Debería dejar de soñar con que esa felicidad y complicidad, existe.

Un beso y todos mis mejores deseos,

lulut

Como poner a una zorra en su sitio ¡ay!

Mi querida putita y futura perrita:

Empecemos por el final. El hecho de explicarte el significado de la expresión que hasta ahora he utilizado para dirigirme a ti no me produce ni el más mínimo "placer". Esperaba que tú mostrases algún interés por saberlo, pero ya veo que, aparte de no tener ni idea de lo que significa, tampoco te importa "ni una higa". De lo contrario, entiendo que una mujer "de tu nivel", cuyos diccionarios al alcance sin duda se contarán por decenas, podría haberse tomado la molestia de consultar un modesto "Larousse" donde saciar su curiosidad.

De todo esto deduzco varias ideas. La primera es que esa "curiosidad" de la que hablas se refiere únicamente al vicio. La segunda es que contigo resultará imposible mantener una conversación sobre algún tema que no tenga que ver con el sexo. Y la tercera: la extraña sensación que me produce el hecho de que una mujer a la que siento tan adorable por momentos, en otros se me muestre tan decepcionantemente displicente. Supongo que es el precio que tendré que pagar por tirarme a una cuarentona viciosa e insatisfecha, a quien habré de desistir de ilustrar acerca de cualquier cosa que no tenga que ver con el guarreo.

En cuanto a lo que significa la expresión con que me dirigía a ti, no te preocupes, pues ya no volverás a oírla ni a leerla de mí. Deduzco que cualquier rasgo de dulzura hacia ti no es sino una miserable pérdida de tiempo.

Lamento también que no te guste el francés. Yo también tengo un pésimo recuerdo de los profesores de mi primer colegio -francés- y en particular de su director, pero nunca he sentido la necesidad de prescindir por ello de una lengua que encuentro tan bella.

En cuanto a tu nombre, si hubieses aprendido un poquito de fonética de la que tu, sin duda, paciente "mademoiselle", te enseñó, sabrías que el castellanizado "lulú" no podría corresponderse jamás con un afrancesado "Loulut", habiendo de escribirse, en el mejor de los casos, "loulou". Y espero que una chica lista como tú se habrá fijado en la minúscula que encabeza el nombre.

No tienes que esforzarte mucho en hacerme creer el numerito de exhibicionismo que te montaste para quitarte la cadena, pues te creo capaz de eso y de mucho más.

No me hace ninguna gracia que se la mames a tu marido y menos que se corra en tu boca, y mucho menos aún que te tragues su semen. Ya sé que te encanta comer pollas, hasta la de tu marido, pero el privilegio de vaciarse en tu boquita de niña viciosa ha de ser exclusivamente mío. Por otro lado, te recuerdo que una mujer puede delatar su adulterio tanto por indiferencia hacia su marido como por exceso de calentura, que podría ser entendida como deseo de ocultar algo mediante la exagerada obsequiosidad.

En cuanto a tu indumentaria. Yo te di unas instrucciones generales para que me resultases sexy al verte; vestirte de puta barata fue cosa tuya. Tú sabrás cuáles son tus límites, pero no me culpes de hacer algo que te pone a ti más caliente que a mí. En cualquier caso, te dije que deseo que te sientas cómoda conmigo en todo momento, sin llegar más allá de dónde tú creas que debes llegar. Esto es especialmente relevante en todo lo que concierne a la discreción. Nunca te forzaré, pues, en ese sentido, a menos que tú lo desees. Cuando quedes conmigo, dentro de mis gustos, que ya conoces, vístete como desees y te sientas segura.

No sé si te gusté o si todo forma parte del mismo juego, y creo sinceramente que nunca lo sabré. Cuando me hablabas de ese tío "impresentable" al que te entregaste hasta el punto de lamer sin reparos su culo, no te oculto que me vi reflejado a mí mismo en él y pensé si no me verías a mí de la misma forma: como un tío al que nunca dejarías ponerte una mano encima pero a quien, al mismo tiempo y en tus fantasías de burguesita guarra y calentona, le darías todo lo que él te pidiese. No tengo ni medio claro que no sea lo segundo. Si algún día lo tengo, en el sentido negativo, habrás de buscarte otro sonajero que te sumerja en tus ensoñaciones.

¿Lamer tu cuerpo? ¿Crees que esa es la función de un Amo? Yo nunca he visto a un humano lamiendo a un perro, ¿tú sí? Yo creo que habrá de ser más bien al contrario, ¿no crees? Y ya puedes poner voluntad, porque no me entusiasman ni tu manera de mamar ni tu manera de besar, pues carecen del más mínimo atisbo de dulzura y sensualidad, transformadas ambas por ti en pura sexualidad. Tengo muy claro que hay muy poca dulzura dentro de ti y supongo que una de las tareas que habré de imponerme a mí mismo para hacer de ti lo que quiero que llegues a ser, es conseguir que exteriorices mínimamente esa escasísima dulzura "de edulcorante" que hay dentro de ti.

Y si paso mi lengua por tu cuerpo será porque piense que puedas merecer tal deferencia.

No te equivoques interpretando como "disponibilidad" lo que no fue sino la aceptación de un pequeño juego, y te aseguro que tuve que concentrarme mucho para correrme, quizá pensando en otra, no lo recuerdo, porque de no ser así a lo mejor aún estarías mamándomela. Y, princesa, "descerebrado" no es precisamente el adjetivo que mejor me encaja, créeme.

En cuanto a los "juguetes" que parecen asustarte, tranquilízate; estoy seguro de que tú eres bastante más puta y más guarra que yo sádico, así que no tendrás problemas en someterte a tus efectos. En cualquier caso, ya te dije que pongas tus límites y yo los respetaré escrupulosamente. He visto que has rellenado el listado de fetiches. Estoy seguro de que no lo has hecho por ni para mí, pero ése será un tema sobre el que volveremos en otro momento.

En cualquier caso, al hilo de él y de tu petición de un collar propio, me vas a permitir una pequeña reflexión. No sé si tu comentario es una forma velada de pedirme un lugar privilegiado dentro de mi "perrera"; lo dudo, viniendo de una perrita a quien únicamente mueven el vicio y la depravación, pero si fuera el caso, has de saber algo. Si algún día eres la única, cosa a la que no digo que no, será porque me sienta tan lleno de ti que no me quepa ninguna otra, y para que eso suceda, tendrás que mover algo dentro de mí, y para mover algo dentro de mí, olvídate de basarte exclusivamente en tu cuerpo y en lo puta que puedas ser.

Creo sinceramente que eres de esas mujeres que nunca se entregan, que nunca son de nadie, y que nunca llegaré a ti ni te sentiré mía. Es más, estoy seguro de que me entregarás tu cuerpo como ninguna otra, más incluso que mi propia mujer, pero tengo la misma seguridad de que nunca tendré nada más de ti que eso, lo fácil, tu cuerpo. Si algún día puedo llegar al centro de tus sentimientos y consigo tener la sensación de que soy de verdad importante para ti y no un mero actor de la película que tienes montada en tu cabeza, ese día, sin necesidad de que tú me lo pidas, no querré a ninguna otra a mi lado porque en ese momento, como antes te decía, me sentiré tan lleno de ti que nadie más me cabrá. Ni siquiera te exigiré reciprocidad, pues pretender que tú mantengas las piernas cerradas sería como pretender que un sediento perdido en el desierto no bebiese del primer pozo que encontrase en un oasis. ¿Para qué pedirte cosas que sé que no cumplirías?

Soy muy cerebral, cielo, y muy escéptico. Ni con halagos que encuentro inmerecidos ni con vicio y morbosidad me tendrás. Me encanta que seas morbosa, viciosa y entregada en la intimidad, pero eso no me aproxima a ti en la manera en que habría de hacerlo para no pensar en otras. Muéstrame la persona que hay dentro de ti y, si me agrada lo que encuentro, aunque no te ponga una mano encima, conseguirás hacerme tuyo.

Tengo que dejarte. Disculpa si he sido un poco brusco. Me caes fenomenal y tengo muchísimas ganas de ti, de verdad. Me gusta mucho tu forma de entender la sexualidad y creo que eres un encanto de mujer a la que me fascinará descubrir, pero a veces me gustaría ver en ti un atisbo de... no sé, déjalo. Seguro que tendremos ocasión de hablar de esto en el futuro.

Por cierto, arréglate como puedas pero quiero tenerte el lunes o miércoles próximos.

¡Ah!, olvidaba algo muy importante para mí. Sería mi deseo que llevases siempre algo contigo que te recordase a mí. Parece que la cadenita en el tobillo no te seduce; en tal caso, ni puedes hacerlo y para ti también representaría algo agradable, dime qué podría ser, pues me gustaría comprarlo yo mismo. Entiendo que algo que no te quitases NUNCA podría ser un colgante, una pulsera o algo así. Ya me dirás. No obstante, si te complica la vida o carece de sentido para ti, dímelo claramente y me olvido de ello.

Que pases una bonita tarde. Mis mejores deseos siempre pata ti.

Un besazo enorme,

Don M.A.D.

las risas de lulut...

Poco.
Poco me parece, mi señor, esa pequeñita, minúscula, I-NA-PRE-CIA-BLE menudencia de su incomodidad por unas INVISIBLES manchitas de nada.

¿Qué son comparadas con ...la calentura, el ardor del deseo insatisfecho y la urgente, imperiosa necesidad de haberle disfrutado a Ud., más cómodamente, más intensamente y de muchas más maneras? Me bajé de su coche en un estado de excitación... calamitoso. Con los pezones duros como piedras punzantes, el sexo palpitante y un sabor dulce, especiado, particular... en los labios.
-Mientras desencadenaba mi tobillo, en plena calle, ante la curiosidad de un hombre que se apoyaba en el quicio de un portal (tengo que admitir que no cuidé el cerrar las piernas, lo suficiente, con ese vestidito tan corto.... y teniendo que alzar la rodilla para alcanzar la cadenita. Que el cierre se atascó un poco y que me excitó mirarle fijo mientras me la quitaba, "no seré de otro que de mi dueño, puedes mirar, pajearte al recordarlo, sólo tendrás eso") me pregunté cuándo se daría cuenta de esas pequeñas e intencionadas marquitas, que la perversidad... hizo que dejara ahí, como una cadena seminal, con más poder de evocación que la que yo me estaba quitando de la pierna....

Llegar a casa y acogerme "a sagrado" en mi cuarto, para desvestirme de baja cama y revestirme de alta cuna, sin que me vieran y llegar a punto a la Z... fue una angustia.

Y de eso quería hablarle.Seré igual de perrita, húmeda, disponible y sumisa... vestida de mi misma. Anoche, en mitad de esos salones llenos de principales que me demostraban respeto... estaba su putilla de carretera, abierta de piernas, con las tetas sensibles al alcance de su mano caprichosa.....

Estaré feliz de vestirme así para mi amo, en la intimidad que nos evite el peligro de que una mirada indiscreta me comprometa..... dando al traste con algo que parece prometedor y divertido. Pasear de esa guisa no es seguro.

Me gustó conocerle. Y me gustó la manera firme en que me sujetó las manos, por dos veces. Me gustó su olor, el tacto de su piel y su barba en mis labios... no imagino qué sensación, deliciosa, podría ser sentir su boca en mi cuerpo, en mi coñito deseoso, en cualquier parte de mí.
Me gustó su vicioso deseo, su disponibilidad y la polla erecta, orgullosa, caliente y brillante que dejó que besara.... un poco. Su leche caliente y dulzona, delatora, que permitió que mamara... hhhmmmmmm..... aun ahora siento su sabor que vuelve a excitarme y me hace apretar el culo.

Volví de la cena y acabé lo que habíamos empezado. Necesitaba. Lo necesitaba. Así que complací a mi marido con una laaaaaaaarga, intensa y llena de registros mamada dirigida a Ud.... y sentí que no fuera capaz de azotarme por zorra.

Me he despertado pensando en esa fusta, el inmenso collar y la correa metálica. Me excitó y atemorizó, a un tiempo, verlas.... -La fusta la conozco, pero ¿qué se hará con las otras dos cosas?? -Mi señor me dijo que las había comprado antes de mí, para cualquiera que se prestase..... lo acepto. Pero espero ganarme otras propias, solo para mí y pensando en mí.

Ahora tengo que esconder todo deseo, conseguir que no se marquen mis pezones, dejar de sentir el inocente tampax como un dedo juguetón (lo sé.... lo sé... ), evitar transmitir esa hormona de celo, de puta disponible, de calentona y caliente... y ser seria, aséptica y trabajar.

Sé que mi amito, que es vicioso y descerebrado (a la vista está que se ha dejado mamar, en su propio coche, en medio de las luces de neón, rodeado de otros hombres, en pleno barrio navideño y justo antes de que le ¿manosearan? por encima de la polla... las inocentes fisioterapeutas), necesita un tratamiento que le desfogue y relaje. Y que su sumisa tendrá que ser adiestrada para hacerlo de la manera ideal para su dueño, quitándole de encima tooooooooooooda esa molesta lefa....

-Justo ahora, ahora mismito... me apetecería sentir su polla en mi espalda, dibujando mi columna y parándose en el punto donde se marca el nacimiento del culo, en el principio de la raja.... sentir la lefa caliente, escurriéndose y cayendo por mi culo, deslizándose hacia mi caliente, muy caliente..... ¡TENGO QUE TRABAJAR!

Un beso casto -como no puede ser de otra manera de alguien tan puro y angelical...-

, Loulut ;-))

P.D. He tenido mademoiselle (quizá la persona que más he detestado en mi vida, de ahí el poco o nulo aprecio a ese idioma), conozco el término. Pero me encantará que me lo explique, si eso le da placer.

Tras la primera cita y la primera mamada


Cuando llegué ayer a la clínica, vi que tenía toda la bragueta del pantalón con salpicaduras de lefa resecas. Sé por la experiencia de mis muchos años de pajillero impenitente que las manchas de lefa no se quitan si no es lavando la prenda en cuestión, así que hube de resignarme a realizar de tal guisa mis ejercicios. Mi fisioterapeuta, una chiquita joven, no me sacó los ojos de la bragueta en toda la tarde, pues se da además la morbosa coincidencia de que la mayoría de los movimientos empiezan y terminan con cada una de mis manos, de modo alternativo y dirigidas por las suyas, justo encima de mi polla.

Quizá yo hubiese debido explicarle que una señora a la que acababa de conocer y que va de dama por la vida pero que, en el fondo, es una perfecta furcia, acababa de sacarme la leche con su boquita de mamona, con más voluntad que conocimiento -como diría un amigo mío- dentro de mi coche, en un garaje público y con tíos alrededor. Quizá debería haberle dicho también que todo se debió a la calentura que le produjo vestirse de putita para mí, que la manosease y morrease en un bar lleno de gente mirando de reojo y, sobre todo, al hecho de ver un collar de perra con su correspondiente correa más una fusta que yo había dejado dispuestos en el maletero de mi coche para mostrarle lo que le espera si desea dar un paso más y transformarse en una auténtica perrita, puesto que puta ya lo es más que de sobra.

Seguramente debería haberle contado todo esto, pero supongo que, para que lo comprendiese, habría de ser tan golfa como la "dama" es cuestión, y no creo que sea el caso, pues ser tan golfa como la "dama" de ávida aunque no suficientemente experta boquita, es extraordinariamente difícil, siendo que la mayoría de las que llevan décadas cobrando por prestar sus servicios sexuales en toda clase de lugares de lenocinio lo son bastante menos que ella.

Así las cosas, hube de aceptar la mala impresión que, imagino, la pobre chiquita se llevaría de mi, lo cual me incomodó profundamente... Ahora habré de tener cuidado con que mi “señora carnal” no encuentre las pruebas irrefutables de mi inocente e incompleto adulterio.

También posees el dudoso honor de ser responsable de mi falta de sueño. Me he despertado a las cinco de la mañana, con la sensación de que era más tarde, empalmado y con deseos de hacer cosas sucias. A las seis ha sonado el despertador sin que hubiese sido capaz de volver a conciliar el sueño. De hecho, cuando anoche me desnudé al llegar a casa, me empalmé de inmediato por el sólo hecho de sacarme la polla del slip y tocármela para mear.

En fin, la conclusión que debes extraer de esto es que, si sentimos el deseo de volver a encontrarnos para compartir nuestra intimidad y sabemos hallar los momentos adecuados para ello, habrás de sacarme la lefa al menos dos veces, e idealmente tres, para dejarme todo lo relajado que necesito. Tengo mucha lefa por soltar; en tus manos está que sepas o no sacarla, bueno en tus manos… y en tus pies y en tu boca y en tu coño y –por supuesto- en tu culo, y en …

Bueno, bromas aparte, gracias por una tarde tan ... distinta de todas las demás tardes de dulce monotonía o tediosa rutina que se suceden una tras otra y sin solución de continuidad en mi vida...

Merci encore une fois, mon petit chou.


¿Mad ó Don M.A.D.?


PD.- ¿Conoces el significado de la expresión francesa con que me dirijo a ti? A veces pienso que si no es el caso o, en el mejor de ellos, te has limitado a encontrar en un diccionario que “chou” significa “col”, debe de parecerte un tanto ridículo que te llame así. Si no sabes lo que significa, me encantará explicártelo…

la ternura de la ferocidad



Adorable putita viciosa:

Sólo unas líneas antes de marcharme a comer y a visitar unas obras después.

Antes de nada, decirte que ha sido un placer compartir un rato de charla contigo, con independencia de lo que después pueda pasar o no pasar. Me pareces un encanto y me atrae tu personalidad, o al menos lo que hasta ahora conozco de ella.

En cuanto a nuestra primera cita, habrás de ponerte minifalda, ajustada si puede ser. Preferiría que no llevases sujetador. Habrás de llevar tacones, pues el calzado plano, en general, no me gusta. Soy, además, bastante alto; ya lo sabes. Puedes ponerte zapatos o botas. Si hace frío y has de llevar medias, quiero que sean de color carne o negro, y siempre muy finas. Me complacería mucho que luzcas una pulsera dorada en tu tobillo izquierdo; ello se convertirá con el tiempo en un símbolo de tu pertenencia a mí y, en una primera cita, me hará apreciar tu deseo de complacerme. Aunque ese día no lleguemos a nada, me gustará propiciar la ocasión de ver la pulsera en tu tobillo; si llevas zapatos, entiendo que será fácil; si llevas botas, habrás de descalzarte en algún momento para mostrármela.

Para mí son muy importantes las formas, los detalles, los rituales, el comportamiento, etc. Si deseas complacerme, habrás de cumplir con ciertos rituales, con una liturgia que yo iré señalándote y que formará parte, necesariamente, de nuestros momentos compartidos. Ya te he dado algunas ideas; sabes cómo has de vestir y cómo has de comportarte. Dentro de poco, si seguimos adelante, te daré instrucciones precisas sobre todos aquellos aspectos que habrás de tener en cuenta en nuestros encuentros. No has de temer nada; no serán cosas difíciles de cumplir para ti.

Espero que cumplas con todo lo que te he indicado. Tengo ganas de ti y espero que sepas complacerme, pues necesito una sumisa como tú y presiento que tú necesitas un buen Amo que te guíe con mano firme para “enderezar” esa conducta a todas luces desviada y morbosa que presentas, y te muestre los placeres de la sumisión absoluta. Hoy me la has puesto dura, lo reconozco, y espero que siga siendo así. Me encantan las niñas viciosas y obedientes, y creo que tú tienes madera; espero que no me decepciones, como espero no hacerlo yo contigo.

Dime algo, ¿te gusta la idea de ser la esclava de un hombre o sientes que esa definición te viene grande y que no pasarías de merecer el calificativo de putita calentona y sumisa?

Para terminar, recordarte algo: No pretendas impresionarme con tu "pedigrí" ni que ello constituya una barrera que coarte mi deseo de emputecerte. Si quieres mover algo dentro de mí hasta el punto de que te considere mi amante, quizá mi única amante, procura mostrar dulzura, sencillez, naturalidad y disposición a agradarme. En cuanto a tu "otro mundo", cuanto más "elevado" te empeñes en mostrármelo, mayor deseo sentiré de rebajarte al nivel de una simple furcia de bar de carretera. Nada excita más mis sentidos que la idea de convertirte en una vulgar putita al servicio de las más bajas pasiones.

Bueno, ahora ya sí me voy. Gracias por esta mañana tan interesante.

Un beso largo y húmedo donde más lo desees y unos buenos azotes en ese culo de calientapollas que estoy deseando hacer mío. Lástima que sea tan fácil dejar marcas en él, porque siento un deseo irreprimible de azotarlo intensamente.

Tu posible Amo,

Mad, de momento...