11.3.08

Lo que el Amo dijo que le esperaba a lulut

Buenos días, lulut.

¿Sabes? "lulut" no está nada mal como nombre de sumisa, y, por supuesto, siempre en minúsculas...

Lamento no haber podido responderte ayer, pero las vísperas de festivo me niego a trabajar por la tarde. Como llegué tarde a casa, tampoco pude escribirte desde aquí.

Aprecio que me hables de ti para que me haga una idea de lo que podría encontrarme si finalmente consideras oportuno que tengamos una cita. Como creo que ya te expresé con claridad, tu "pedigrí" y la altanería subsiguiente, sólo multiplican exponencialmente mis deseos de someterte y de tratarte, en la intimidad de los momentos que podamos compartir, como quizá nunca antes nadie te haya tratado, como creo que anhelas con todas tus fueras ser tratada y, en cualquier caso, como creo sinceramente que mereces ser tratada.

Como ya te dije y tú muy bien comprendiste -como corresponde a una niña tan inteligente como dices ser tú- una tía que se pirra por enseñar y dejarse azotar el culo en público no merece mejor tratamiento que el de cualquier calientapollas de barrio que termina convertida en furcia barata. En cuanto a las diferencias entre las "baratas" y las "caras", decirte que, aunque desgraciadamente no soy putero y, por lo tanto, no puedo satisfacer mis fantasías con profesionales, entiendo que la diferencia entre unas y otras radica, fundamentalmente, en el tipo de clientes para quienes se espatarran, tíos de clase baja las primeras y ejecutivos y tíos de "tu mismo o superior nivel" las segundas. A ti te encajo, y disculpa mi sinceridad, en el grupo de las primeras, sin duda alguna.

Imagino que, como casi todas las mujeres, tendrás fantasías de prostituta, pues bien, que sepas que si algún día yo soy tu Amo, y aceptas ser entregada por mí a otros tíos - no amos, por supuesto- no esperes ser montada por tipos de alto nivel, sino todo lo contrario. Creo sinceramente que necesitas que alguien te "baje los humos" y ponga al descubierto tu verdadera naturaleza, y si algún día ese alguien soy yo, te aseguro que me voy a aplicar a ello a conciencia, pues, al igual que tú, soy perfeccionista y un sibarita de la perversión. Además, imagino que habrás visto "Belle de Jour", de Buñuel; pues bien, las fantasías que ella tiene coinciden en gran medidas con las que albergo yo hacia ti.

Por lo que me cuentas en tu último e-mail, parece que Kipling escribiese su famoso "IF" -por cierto, traducido en versión más que libre para un anuncio de Repsol- pensando en ti. Recuerdo un párrafo que leí de niño:

"... Si caminas junto al pueblo y guardas tu virtud.

Si marchas junto a reyes con tu paso y tu luz..."

Bueno, mi querida aspirante a putita sumisa, eso de que a ti "la posición y el dinero te importan una higa", me vas a permitir que lo ponga más que en duda. Te imagino de esas pijitas de nuevo cuño que lo primero que miran de un tío cuando se les acerca es si llevan o no ropa de marca. Si no la llevan, directamente se vuelven transparentes para ti, y si pasan la primera criba, lo que en términos de depuración los ingenieros llamamos "el desbaste grueso", entonces pasas al fino: qué coche tiene, dónde vive, en qué trabaja, etc...

No vayas de "espíritu puro" conmigo porque conozco de sobra a las de tu pelaje.

Por cierto, cuando dices: "También, por esa regla debería decir: soy rica, alta, sexy y muy sexual. Todos se enamoran. Yo no", ¿Quieres decir que tú no piensas eso o que lo piensas pero no lo dices? Porque como sea lo segundo, vas muy mal conmigo, querida.

Te voy a explicar algo y espero que te quede muy claro. Yo no busco, para nada, un físico perfecto en una mujer. Quiero morbo, dulzura, entrega, sumisión y deseo de complacerme y hacerme feliz. Si quieres mover algo dentro de mí, grábate esto en la cabeza y olvídate de tu físico; no pretendas impresionarme por ahí porque no lo vas a conseguir. En el mejor de los casos, tendrías garantizados un par de polvos, nada más. Evidentemente, prefiero que seas agradable a la vista, pero con un mínimo atractivo me basta si muestras las cualidades que realmente deseo hallar en ti. Eso, sí, reconozco que me gusta que seas alta, pues yo también lo soy y estoy un poco cansado de mujeres que no llegan al 1,70. Pero ni eso siquiera es fundamental, pues podrías medir 1,50 y ser "la esclava de mi vida".

Naturalmente, y en justa reciprocidad, no pretendo ofrecerte sólo "mano dura", sino que en mí hallarás siempre un amigo y alguien dispuesto a ayudarte en cualquier cosa que tú necesites y yo pueda hacerlo. Te aseguro que mimo mucho a la gente que quiero, y si algún día eres mi perrita, espero llegar a quererte. Pienso que el amor se presenta bajo muchas formas y que en alguna de ellas habrá de encajar la perrita a quien finalmente coloque el collar y la correa. De no ser así, le auguro poco porvenir a la relación.

Y por cierto, no soporto la mojigatería.

Lamento por ti que tu culo aún sea virgen, pero todo tiene arreglo, no desesperes. Verás como cuando encuentres Amo lo primero que querrá hacer tras ponerte el collar y la correa será trabajarte el culo, tanto en forma de buenas azotainas en las nalgas como en forma de penetraciones en tu ano. ¡Cómo me gustaría sodomizarte y abusar de ti de todas las maneras posibles!

Para terminar, decirte que, dado que intuyo que no me vas a dar tu verdadero nombre, quizá debería ponerte yo uno. Creo que hay una Web donde se puede encontrar multitud de nombre de perritas... ¿Quieres que busque uno que me guste y lo adopte para dirigirme a ti?

M.A.D.

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