12.3.08

de la historia personal de M.A.D.


Querida lulut:

Lo cierto es que tu curriculum sentimental y sexual impresiona un poco. Si me pongo a pensar en el mío, quizá parecería más extenso, no lo sé, pero el tuyo me ha llamado la atención, aunque paradójicamente me lo esperaba. Quizá me ha resultado más chocante por el hecho de encontrármelo de sopetón, cuando, no sé por qué, pensaba que me hablarías de otras cosas, de otra manera...

Si te escribiese Don M.A.D. no sé lo que te diría en este momento; imagino que el calificativo más delicado que te dedicaría sería el de "grandísima puta", pero el caso es que te escribe Mad y él, aunque sabe que no debe hacerlo y que se volverá seguramente en su contra, no puede ocultarte que ha sentido celos, y muchos, imaginándote entregada a esos hombres a los que tan felices has debido de hacer. Leyéndote, te imagino una especie de ONG del sexo, que va repartiendo placer a cuanto tío necesitado encuentra en su camino... En fin, dichosos ellos.

Con esos antecedentes, pensar en estar mucho tiempo juntos me resulta casi imposible. No se me ocurre ningún motivo por el cual yo no vaya a ser uno de ésos en quienes no pensabas cuando follabas porque tu insatisfacción te llevaba a fantasear con el siguiente. Es difícil para mí no verme retratado en ellos. No veo nada en mí que ellos no tuvieran; quizá tú no supiste verlo, simplemente.

Espero que nuestra continuidad no se base únicamente en que llegues a tener un orgasmo con mi sexo dentro de tu vagina, porque si fuera el caso sería una manera un poco triste a la vez que estresante de iniciar algo. Espero que gozes conmigo, pero, no sé por qué, lo que hasta antes de leer tu correo encontraba un reto agradable para mí, pues nada me satisfaría más que verte gozar entre mis brazos, de repente se me ha puesto un poco cuesta arriba, como una especie de necesidad enfermiza para que no pienses en quién será el siguiente mientras te entregas sumisamente a mí, mientras me ofreces lo único que creo que voy a tener de ti: tu cuerpo.

Y esa historia de tu amor, que se vió incapacitado para el amor físico cuando se enamoró de ti... Caray, cualquiera se deja llevar por sus sentimientos contigo...

Así las cosas, Mad, que no manda sino pide y quizá por eso inspire tu indiferencia, si no tu desprecio, te ruega que disciernas muy bien entre deseo/excitación física, y amor, y que no le hables nunca de lo segundo sin estar muy segura de que en verdad lo sientes. Creo que tienes una manera muy masculina de sentir el sexo, y eso me gusta mucho, ya te lo he dicho, pero así como los hombres confunden el deseo con el amor, me preocupa que a ti te pase otro tanto.

No comprendo tu preocupación porque te deje; me parece bastante obvio quién va dejar a quién.

O yo te he leído mal y debo hacerlo de nuevo, o tu único interés es Don M.A.D. y Mad te importa un huevo, con perdón. Y lo cierto es que esta noche Don M.A.D. se ha ido ya a la cama; queda Mad, que es quien te escribe, pero ya no sé lo que te interesa de él, si es que algo te interesa.

En fin, es tarde ya y tengo que madrugar mañana. A lo mejor el día me hace verlo todo de otra manera, pero ahora dudo que tenga sentido que te hable de mi vida, de mi trabajo, de mi familia, como pensaba hacer.

Y, por cierto, yo no tengo un pene muy grande; creo que lo tengo bastante normal.

No te preocupes por no vernos el lunes; haz tu viaje con tranquilidad y ya nos veremos otro día. Además vas a estar en Londres, un paraíso para los amantes del s/m. Lástima que Don M.A.D. no esté, pues de estar, su natural libinosidad le llevaría a recomendarte un paseo por algún club s/m, donde, perdida en el anonimato, podrías sin duda disfrutar exhibiendo tu culo y dejándote azotar por cualquiera.

Después de nuestra "intensa" conversación y en cuanto a mi vida:
Soy el pequeño de tres hermanos varones. Conocí muy joven a la que hoy es mi mujer. Yo tenía 20 años y ella 31. A los dos años escasos de relaciones nació nuestra única hija, que ahora tiene 23. Fue una niña deseada, aunque sinceramente es bastante inaguantable.

Mi mujer ha sido muy atractiva, elegante y distinguida. La quiero, pero no siento ninguna pasión ni deseo hacia ella. Lo hacemos una vez cada dos semanas, más o menos, y no suele durar más de 15 minutos. Hace muchos años que no le como el coño, para que te hagas una idea. Ella ha sido muy apasionada y de orgasmo fácil. No puedo tener queja de ella como amante, pero ya no la deseo y esto nunca va a cambiar.

Y... me queda mucho por contarte, pero ya seguiré en otro momento, porque es tardísimo y mañana he de levantarme a las 8,30 h.

Un beso muy dulce... en ese clítoris que tanto lo necesita, como cada minuto que pasa yo te necesito a ti más y más...

Mad

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