Me había hecho el propósito de contestar a uno de tus últimos correos, aquél en que me enviaste fotos de tu familia. Quería hacerlo, pues, de repente, anoche me di cuenta que había sido una descortesía por mi parte no hacer referencia a él en nuestra conversación de la tarde. En mi descargo, he de decir que hablamos tanto y de tantas cosas, que a veces dejo en el tintero muchas de las que desearía compartir contigo.
Y digo que "me había hecho el propósito" porque al releer lo que hay escrito por ti aquí abajo, me he puesto a mil de nuevo... En fin, me voy a "cambiar el chip" para ponerme un poquito serio y, con toda modestia y respeto, decirte lo que me sugieren las fotos.
Tus padres. Parecen actores de cine, sobre todo tu madre. Ambos me recuerdan a actores por mí conocidos, pero no sabría decir ahora mismo quiénes. Transmiten una gran personalidad y veo en tu bello rostro una perfecta combinación de ambos.
Tus niños.
Y digo que "me había hecho el propósito" porque al releer lo que hay escrito por ti aquí abajo, me he puesto a mil de nuevo... En fin, me voy a "cambiar el chip" para ponerme un poquito serio y, con toda modestia y respeto, decirte lo que me sugieren las fotos.
Tus padres. Parecen actores de cine, sobre todo tu madre. Ambos me recuerdan a actores por mí conocidos, pero no sabría decir ahora mismo quiénes. Transmiten una gran personalidad y veo en tu bello rostro una perfecta combinación de ambos.
Tus niños.
¡Qué guapos! Yo ya tengo mi preferido, lo siento porque seguro que eres la típica mamá orgullosa de todos ellos, pero mi "ahijado" es el que aparece a la derecha de la imagen, el que más se parece a ti, el que más personalidad tiene en el rostro, el de mirada más profunda y soñadora, el que intuyo preferido de mamá, el que más unido estará a ti y más te hará sufrir siempre. Sí, soy un poco peliculero, lo sé, pero qué le voy a hacer
"Él". No entiendo mucho de belleza masculina, pero me parece un tío guapísimo, digno de ti en ese aspecto. A su lado, no sé muy bien qué atractivo puedes encontrarme a mí. Tiene toda la pinta del yupi megapijo, con una indumentaria -reloj en la mano derecha incluido- típica del niño pijo que, por mucho que crezca, nunca dejará de ser ni niño ni pijo.
"Él". No entiendo mucho de belleza masculina, pero me parece un tío guapísimo, digno de ti en ese aspecto. A su lado, no sé muy bien qué atractivo puedes encontrarme a mí. Tiene toda la pinta del yupi megapijo, con una indumentaria -reloj en la mano derecha incluido- típica del niño pijo que, por mucho que crezca, nunca dejará de ser ni niño ni pijo.
Me parece el marido ideal para cualquier mujer... menos para "la dama", y mucho menos para lulut.
Juego con ventaja, lo sé, pero aunque no me hubieses contado nada de tu matrimonio, simplemente conociéndote como creo que te conozco, nunca mi marido ideal para ti se parecería a él. No me preguntes por qué, pues necesitaría derramar mucha tinta para explicártelo, pero es así. Sé, por experiencia propia, que es injusto dibujar el perfil exacto de una persona sólo a través de su apariencia física, pero es lo que tengo de él, y no quiero utilizar el resto para, como antes te decía, no ser jugador de ventaja.
Tú, de novia. Guapísima, especial, preciosa, ocultando su mirada triste tras un velo de seda y de resignación. Mad no puede decir más. El libidinoso de Don M.A.D. te contaría las mil barbaridades a las que la hubiese sometido, justo antes y justo después de su paso por el altar, pero dejemos que se concentre para el combate de mañana...
En fin, esas sensaciones me han transmitido tus fotos y tal cual te las cuento. Espero no haber traspasado la línea con mi sinceridad.
Por último y en el orden práctico, prefiero que mañana vayas por tus medios al restaurante, para no retrasar la hora de la comida yendo yo a buscarte, pero si deseas ir en taxi desde tu ofi, luego podemos ir en mi coche a donde nos apetezca, y yo te dejaría, a la hora que tú desees, de vuelta en tu ofi o en casa, o a una manzana de tu ofi o a una manzana de tu casa. En fin, eso valóralo tú.
Tú, de novia. Guapísima, especial, preciosa, ocultando su mirada triste tras un velo de seda y de resignación. Mad no puede decir más. El libidinoso de Don M.A.D. te contaría las mil barbaridades a las que la hubiese sometido, justo antes y justo después de su paso por el altar, pero dejemos que se concentre para el combate de mañana...
En fin, esas sensaciones me han transmitido tus fotos y tal cual te las cuento. Espero no haber traspasado la línea con mi sinceridad.
Por último y en el orden práctico, prefiero que mañana vayas por tus medios al restaurante, para no retrasar la hora de la comida yendo yo a buscarte, pero si deseas ir en taxi desde tu ofi, luego podemos ir en mi coche a donde nos apetezca, y yo te dejaría, a la hora que tú desees, de vuelta en tu ofi o en casa, o a una manzana de tu ofi o a una manzana de tu casa. En fin, eso valóralo tú.
En cualquier caso, no entraríamos juntos en los apartamentos ni saldríamos juntos de ellos. Haríamos lo siguiente. Primero entraría yo para que me digan el número de apartamento y me den la llave. Cuando ya estuviese en él, te llamaría y te diría piso y número de habitación, y así tú entrarías sola. Has de pensar en una coartada si alguien conocido te ve. Ya sabes, "vengo a ver a una amiga, a un cliente, ...".
Por cierto, dice Don M.A.D. que mañana te quiere putísima y ofrecidísima, sin remilgos ni tonterías: lulut en estado puro, y que de ese posible regalo que mencionaste en un sms, ni para Él mismo ni para Mad te estará permitido hacerlo mañana, bajo ningún concepto. Cuando el momento sea llegado, ya recibirás las explicaciones oportunas de su tajante negativa.
No descuides tu manera de ornamentar ese cuerpo de furcia de club de carretera que posees, no te perfumes en exceso, como sin duda tu tendencia a hacer empalmar a los tíos te aconsejaría y, recuerda, sobre todo, que mañana disfrutarás de un bonito día, whatever happens.
Un beso cariñoso de Mad y un buen par de azotes de Don M.A.D., que tiene verdadero ansia de tu culo de calientapollas vocacional completamente ofrecido.
Don M.A.D. y Mad
PD.- Ya has visto en qué orden firmamos; ambos esperamos que saques las conclusiones oportunas de este hecho, en modo alguno fortuito.