11.3.08

Aspirante a zorra cazada (y emputecida)


Adorable putita:

Menos mal que tus palabras no son duras, porque si lo fuesen...

Antes de nada, quiero decirte que no has de sentirte obligada a responder mis correos de forma inmediata; entiendo que el ritmo de tu vida y, sobre todo tu entorno, te impongan otra cadencia. Ahora bien, si tomas el hecho de escribirme como una manera de complacer y mostrar respeto e interés a quien un día puede convertirse en tu Amo, entonces nada me produce más placer que saberte ofrecida a mí.

Hay algo que quiero aclararte y que me parece muy importante. Cuando ayer te dije: "... yo podría saberlo todo acerca de ti...", estaba empleando un condicional y quería decir "aunque algún día llegase a saberlo todo sobre ti...". Lamento la confusión. Carecería de todo sentido que, por un lado intentase ganarme tu confianza mientras por otro cometiese tal acto de petulancia fuera de lugar. No sé lo que podría averiguar sobre ti, pero te aseguro que no lo voy a hacer, entre otras razones, y disculpa mi sinceridad, porque, de momento, no despiertas mi interés hasta ese extremo. Permíteme también que no tome demasiado en consideración tu contestación.

Para terminar con esta aclaración, que consideraba muy importante, una anécdota. Las dos otras perritas a las que he conocido, me han dicho dónde trabajan, e imagina el interés que tal información me produce, que ni me acuerdo de lo que en tal sentido me dijeron.
Me parece un contrasentido que necesites tomarme afecto para entregarte a mí mientras por otro muestres tu más absoluta indiferencia en cuanto a mi vida. Yo creo que el afecto hacia alguien nace del conocimiento, pero, en fin, cada uno es muy libre de vivir con sus incoherencias; seguro que yo también tendré las mías aunque no sea consciente de ello.

Así las cosas, si lo que pretendes es que te vea como un mero objeto sexual, como una simple mascota al servicio de mi placer, lo estás consiguiendo, te lo aseguro. ¡Enhorabuena!

A propósito de esto me gustaría saber si, llegado el momento por ambos buscado, deseas que te domine sólo a base de polla o también a base de látigo. Naturalmente, me complacería mucho más lo segundo, pero tu inexperiencia me desconcierta un tanto. Tengo claro que tu culo de furcia calientapollas será objeto de "mis atenciones" hasta ponerlo rojo o quizá morado, pero no sé si tu deseo de sumisión llega más allá. Me gustaría saber si quieres experimentar dolor, gradual y soportable, o no. En este sentido, me gustaría que entrases en ALT y rellenases lo que llaman algo así como "listado de fetiches". Su lectura me conduciría a conocer mejor tu "lado oscuro", el único al que ya me has anunciado me será dado acceder.

En cuanto a la atracción, no sé si será fácil sentir atracción sexual en una primera entrevista en un lugar público; imagino que pronto saldremos de dudas. En este sentido, quiero saber si puedo darte ya la cita y si aceptarías seguir ciertas pautas que, a modo de juego inocente y para calibrar tu deseo de complacerme, me gustaría darte. Serían sencillas de seguir.

Totalmente de acuerdo en que la atracción es una cuestión de piel. Los franceses dicen: "l'amour est une question de peau" y yo suscribo esa reflexión al 100%.

Los acuerdos... están hechos para inspirar confianza... y para ser rotos también. Te digo lo que ya dije hace poco a otra perrita que gusta de jugar muy fuerte: sé muy prudente y cuidadosa a la hora de elegir a quien haya de ponerte unas esposas. No todo el mundo tiene el mismo concepto del honor que tú ni sabe discernir la realidad del juego ni el morbo de la putada.

Para terminar, un pequeño sueño, algo que me has inspirado en tu afán de no mostrarme de ti misma sino tu lado de puta viciosa.

Estos días que andas metida en cacerías y ahora que la caza del zorro está en entredicho en Gran Bretaña, se me ocurre instaurar "la caza de la zorra". Huelga decir a quién le corresponde ese papel dentro de mi historia, ¿verdad, guarrilla?

El juego consistiría en lo siguiente. Un grupo numeroso de "cazadores" te soltarían en medio de un bosque, completamente desnuda y descalza. Disfrutarías de 15 minutos de ventaja, transcurridos los cuales, los cazadores soltarían a sus decenas de perros de presa y, a lomos de sus caballos, iniciarían la cacería de la zorra. Como puedes suponer, las jaurías no tardarían mucho en dar contigo y, excitados por tu olor, el olor de la perra temerosa, clavarían sobre ti sus colmillos, aunque sin apretar, como correspondería a unos canes bien entrenados para no destrozar la presa. Algunos, ante tu desnudez e indefensión, sentirían el deseo de montarte. Sus pollas empezarían a manifestarse, pero, afortunadamente para ti, tu cazador llegaría a tiempo para impedirlo.

A partir de ese momento, serías su presa. De inmediato llegarían los otros y entre todos, unos diez o doce, te atarían primero a un árbol, como en "Belle de Jour", y te abofetearían y azotarían sin miramientos, pasándose la fusta de uno a otro. Después te follarían a turnos, por supuesto "a pelo", pero habrían de respetar una regla ancestral: sólo tu cazador podría follarte el coño; el resto habría de "contentarse" con tu culo. Así, siendo sujetada de pies y manos por cuatro tíos, tu dueño de follaría primero el coño, larga y profundamente. Como eres tan puta y tan calentona, querrías correrte nada más sentir tu coño lleno de polla, pero unos cuantos latigazos fuertes en tu culo te señalarían que eso no te es dado. Tu cazador se correría dentro de tu coño y después de darte su polla a lamer, la metería dentro del pantalón y sería el turno del resto. Se pondrán en fila india, siempre cuatro sujetándote y, a cuatro patas, habrías de mamar las pollas de todos para excitarlos y provocar el deseo de sodomizarte. Imagina cómo quedaría tu culo después de recibir una decena de vergas sin pausa: chorreando sangre y semen.

Una vez concluida esa pequeña fiesta en medio del bosque, serías introducida en una jaula de barrotes, no lo suficientemente grande como para que pudieses ponerte de pie, encadenada a la misma por tus cuatro extremidades y, por supuesto, completamente desnuda y sucia. En esas condiciones, serías trasladada al pueblo y exhibida en su plaza mayor durante 48 horas, durante las cuales habrías de hacer tus necesidades a la vista de todo el mundo, comerías en un plato colocado sobre el suelo de la jaula y, naturalmente, metiendo el hocico dentro, como una perra.

Al verte, los tíos se excitarían y se la menearían delante de ti, salpicándote y ensuciándote con su semen, que cubriría especialmente tu cara; otros se limitarían a orinar o a escupir sobre ti... Pasadas las 48 horas, la "princesita" convertida en perra para su felicidad, sería trasladada de nuevo a su "castillo" donde volvería a ser la dama que todos admiran y veneran...

En fin, ya me dirás qué te parecen los pensamientos que albergo hacia ti.

Un beso largo y húmedo para mi aspirante a zorra cazada y emputecida.
Don M.A.D.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Il semble que vous soyez un expert dans ce domaine, vos remarques sont tres interessantes, merci.

- Daniel

Anónimo dijo...

Que excitante ¿De donde eres? Mi mail karinawhore694@gmail.com